Energía de Activación y la Regla de los 20 Segundos

Para facilitar el inicio y la consolidación de nuevos hábitos, es fundamental reducir la fricción o la resistencia inicial asociada a ellos.

La "energía de activación" se refiere al esfuerzo inicial necesario para comenzar una acción, y la "regla de los 20 segundos" es una estrategia práctica para manipular esta energía a nuestro favor.

La Chispa Inicial. Energía de Activación

Cualquier actividad que realizamos necesita una "chispa" inicial, un pequeño impulso para ponerse en marcha, similar al arranque de un motor.

Esta es la energía de activación. Si esta energía requerida es muy alta, es más probable que procrastinemos o evitemos la tarea.

Por lo tanto, una estrategia clave para formar hábitos es hacer que el inicio de la conducta deseada sea lo más fácil y accesible posible.

La Regla de los 20 Segundos

La regla de los 20 segundos, popularizada por Shawn Achor, propone que podemos aumentar significativamente la probabilidad de realizar un hábito deseado si reducimos el tiempo que toma iniciarlo en al menos 20 segundos.

A la inversa, podemos disminuir la probabilidad de caer en un hábito no deseado si aumentamos el tiempo y el esfuerzo para comenzarlo en al menos 20 segundos.

Se trata de hacer que lo bueno sea fácil y lo malo sea difícil. Por ejemplo, si se quiere leer más, se debe tener el libro a mano, en un lugar visible y accesible, en lugar de guardado en un armario o en otra habitación.

Si se quiere comer más fruta, esta debe estar a la vista en la cocina, y no escondida en el fondo del refrigerador.

Si se desea tocar la guitarra, esta debe estar fuera de su funda y en un lugar prominente, no guardada en un armario.

Aplicaciones Prácticas

Para establecer el hábito de hacer ejercicio por la mañana, se pueden preparar la ropa deportiva y las zapatillas la noche anterior y dejarlas junto a la cama.