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Explorando la psicología positiva: claves para una vida plena - psicologia positiva
La psicología, durante gran parte de su historia, se centró predominantemente en el estudio y tratamiento de las enfermedades mentales y el sufrimiento humano. Sin embargo, a finales del siglo XX, surgió un nuevo enfoque revolucionario: la Psicología Positiva.
Esta rama no niega la importancia de abordar los problemas, pero elige enfocar su atención en lo que hace que la vida valga la pena ser vivida, investigando las fortalezas, virtudes y factores que permiten a los individuos, comunidades y sociedades florecer.
La Psicología Positiva, popularizada por psicólogos como Martin Seligman, es el estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos y las instituciones que facilitan su desarrollo.
Su objetivo principal es comprender y fomentar aquellos factores que permiten a las personas llevar una vida más plena, feliz y con significado.
No se trata de "pensar positivamente" de forma ingenua, sino de aplicar métodos científicos para descubrir qué funciona realmente para mejorar el bienestar.
Se basa en la premisa de que las personas no solo quieren superar sus deficiencias, sino también cultivar sus cualidades y vivir experiencias enriquecedoras. La Psicología Positiva investiga conceptos como la felicidad, la gratitud, la resiliencia, el optimismo, el flow (estado de flujo), las fortalezas del carácter, el sentido y el propósito vital.
La Psicología Positiva ofrece un marco para entender cómo podemos activamente mejorar nuestra calidad de vida. Algunos de sus pilares más investigados y aplicados incluyen:
Sentir emociones positivas como la alegría, la gratitud, la serenidad, el interés, la esperanza, el orgullo, la diversión, la inspiración, el asombro y el amor no solo nos hace sentir bien en el momento, sino que también tiene efectos beneficiosos a largo plazo. La Dra. Barbara Fredrickson, con su teoría de "Ampliación y Construcción" (Broaden-and-Build Theory), sugiere que las emociones positivas amplían nuestra conciencia y construyen recursos personales duraderos, desde habilidades físicas e intelectuales hasta relaciones sociales y resiliencia psicológica.
El "flow" o estado de flujo, concepto desarrollado por Mihály Csíkszentmihályi, describe la experiencia de estar completamente inmerso y absorto en una actividad que disfrutamos y que nos desafía adecuadamente. Durante el flow, el tiempo parece volar, la concentración es profunda y la actividad se vuelve intrínsecamente gratificante. Fomentar actividades que nos lleven al flow contribuye significativamente a nuestro bienestar.
Los seres humanos somos criaturas sociales. Las relaciones fuertes, saludables y de apoyo son cruciales para nuestra felicidad y resiliencia. La Psicología Positiva enfatiza la importancia de cultivar y mantener conexiones significativas con amigos, familiares, parejas y la comunidad. Estas relaciones nos proporcionan apoyo emocional, sentido de pertenencia y oportunidades para dar y recibir afecto.
Tener un sentido de propósito en la vida, sentir que formamos parte de algo más grande que nosotros mismos, es un componente fundamental del bienestar duradero. Esto puede encontrarse en la espiritualidad, en la contribución a una causa, en el trabajo, en la crianza de los hijos o en la expresión de nuestros valores más profundos. El propósito nos da una dirección y nos ayuda a superar los obstáculos.
Establecer y alcanzar metas, experimentar la competencia y la maestría, contribuye a nuestra sensación de logro y autoeficacia. No se trata solo de grandes triunfos, sino también de reconocer y celebrar los pequeños avances. La sensación de ser capaces de superar desafíos y alcanzar objetivos es vital para la autoestima y la motivación.
Una de las contribuciones más importantes de la Psicología Positiva es la identificación y clasificación de las fortalezas del carácter. Peterson y Seligman desarrollaron la clasificación VIA (Values in Action) que identifica 24 fortalezas universales agrupadas en seis virtudes: sabiduría, coraje, humanidad, justicia, templanza y trascendencia. Conocer y utilizar nuestras fortalezas distintivas (aquellas que nos energizan y nos hacen sentir auténticos) está fuertemente asociado con mayores niveles de felicidad y menor incidencia de depresión.
Algunas de estas fortalezas incluyen la curiosidad, el amor por el aprendizaje, la valentía, la perseverancia, la amabilidad, la inteligencia social, la gratitud, la esperanza y el humor. Identificar tus 3-5 fortalezas principales y encontrar maneras de usarlas más en tu vida diaria puede tener un impacto transformador.
Incorporar los principios de la Psicología Positiva no requiere cambios drásticos, sino más bien la adopción de pequeños hábitos y cambios de perspectiva conscientes: