Técnicas Asertivas para la Expresión de Opiniones y Necesidades

Desarrollar la asertividad implica aprender y practicar técnicas específicas que faciliten la expresión clara, directa y respetuosa de las propias opiniones, sentimientos y necesidades.

Estas técnicas ayudan a comunicarse de manera más efectiva y a defender los propios derechos sin recurrir a la pasividad o la agresividad.

La Técnica del "Disco Rayado"

Esta técnica consiste en repetir la propia petición o afirmación de manera calmada y persistente, como un "disco rayado", sin dejarse desviar por las argumentaciones, excusas o intentos de manipulación de la otra persona.

Por ejemplo, ante una insistencia para hacer algo que no se desea: "Entiendo tu punto, pero no voy a poder ayudarte con eso esta vez".

Si la otra persona insiste: "Sí, comprendo que es importante para ti, pero como te dije, no voy a poder ayudarte".

El objetivo es ser firme en la propia postura sin entrar en discusiones innecesarias.

El "Banco de Niebla" (Fogging)

El banco de niebla se utiliza para manejar críticas o comentarios hostiles.

Consiste en reconocer o aceptar parcialmente la verdad en lo que dice la otra persona (si la hay), o en aceptar la posibilidad de que tenga razón, sin por ello ceder en la propia postura ni sentirse obligado a defenderse de manera agresiva.

Ejemplo: "Es posible que tengas razón en que a veces soy un poco desorganizado".

Esto puede desarmar al crítico, ya que no encuentra la resistencia o la confrontación que esperaba.

La Aserción Negativa

Implica aceptar los propios errores o defectos de manera asertiva, sin excusas excesivas ni autocrítica desmedida.

Ejemplo: "Sí, es verdad que llegué tarde a la reunión, lamento el inconveniente que haya podido causar".

Esto demuestra responsabilidad y puede reducir la crítica.

La Interrogación Negativa

Cuando se recibe una crítica vaga o generalizada, esta técnica consiste en pedir a la otra persona que sea más específica y que aclare qué es exactamente lo que le molesta o lo que se ha hecho mal.

Ejemplo: "Cuando dices que soy desconsiderado, ¿a qué te refieres exactamente? ¿Podrías darme un ejemplo concreto?".

Esto ayuda a entender mejor la crítica y a evitar malentendidos.