Reconocimiento de Disparadores y Síntomas Iniciales de Recaída

La prevención de recaídas en el manejo de la ansiedad es un proceso proactivo que comienza con la capacidad de reconocer las señales tempranas de advertencia.

Esto implica identificar tanto los disparadores externos e internos que pueden reactivar la ansiedad, como los síntomas iniciales que indican un posible resurgimiento del malestar.

Identificación de Disparadores Personales

Los disparadores son aquellas situaciones, pensamientos, sensaciones físicas o recuerdos que han estado previamente asociados con la aparición de la ansiedad.

Cada persona tiene un conjunto único de disparadores.

Externos: Pueden incluir lugares específicos (donde ocurrió un ataque de pánico), eventos sociales (para la ansiedad social), noticias alarmantes, o interacciones con ciertas personas.

Internos: Pueden ser pensamientos negativos automáticos, interpretaciones catastróficas, sensaciones físicas (palpitaciones, mareos que se asocian con el pánico), o recuerdos de experiencias pasadas.

A través del proceso terapéutico y la autoobservación (por ejemplo, mediante autorregistros), la persona aprende a identificar estos factores desencadenantes específicos.

Ser consciente de ellos permite anticipar situaciones de riesgo y prepararse para afrontarlas.

Reconocimiento de Síntomas Iniciales (Señales de Alerta)

Además de los disparadores, es crucial reconocer los primeros síntomas que pueden indicar que la ansiedad está comenzando a aumentar o que se está gestando una posible recaída.

Estos síntomas pueden ser sutiles al principio y variar entre individuos.

Pueden incluir:

• Cambios en el Patrón de Pensamiento: Aumento de preocupaciones, pensamientos negativos recurrentes, rumiación, dificultad para concentrarse.

• Alteraciones Emocionales: Incremento de la irritabilidad, sensación de inquietud o nerviosismo, estado de ánimo más bajo.