Apreciar lo efímero para valorar el presente

Una técnica que puede parecer contraintuitiva para aumentar la felicidad y la apreciación de los buenos momentos es enfocar la atención, de vez en cuando, en la naturaleza transitoria de las experiencias positivas.

Y en la idea de que estas eventualmente llegarán a su fin.

Esta conciencia de la impermanencia puede, paradójicamente, intensificar el valor que se les otorga.

La Gratitud ante la Transitoriedad

En lugar de pretender que las cosas buenas durarán para siempre, lo cual puede llevar a darlas por sentado, reconocer su carácter efímero puede fomentar una mayor gratitud y un deseo más intenso de aprovechar el tiempo disponible.

Esta idea se alinea con el principio de la gratitud, pero desde una perspectiva particular.

El Estudio de los Estudiantes Universitarios Próximos a Graduarse

Una investigación realizada con estudiantes universitarios que estaban a pocas semanas de graduarse ilustra este concepto.

La graduación, aunque es un momento de celebración, también es agridulce por la despedida de amigos y de una etapa de la vida.

A un grupo de estudiantes se le pidió que escribiera sobre lo rápido que pasarían las semanas restantes antes de la graduación, mientras que a otro grupo se le pidió que reflexionara sobre cómo seis semanas era en realidad un tiempo considerable.

Los resultados mostraron que los estudiantes que se enfocaron en la brevedad del tiempo restante reportaron ser más felices.

Motivación para la Acción y el Disfrute

Parece que tomar conciencia de cuán fugaces son los eventos valiosos nos hace apreciarlos más intensamente en el presente.

Además, los estudiantes que reflexionaron sobre el poco tiempo que les quedaba no solo fueron más felices.

Sino que también se mostraron más propensos a aprovechar ese tiempo participando en más actividades.

Esta "mentalidad de ahora o nunca", generada por la conciencia de la transitoriedad, puede motivar a las personas a sacar el máximo provecho de cada día y de cad