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Técnicas de Manejo de la Respiración para el Pánico

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Técnicas de Manejo de la Respiración para el Pánico


Las técnicas de manejo de la respiración, especialmente la respiración diafragmática o profunda, son herramientas útiles en el tratamiento del Trastorno de Pánico para ayudar a las personas a regular su activación fisiológica y a reducir la intensidad de los síntomas durante un episodio de ansiedad aguda o un ataque de pánico.

La Hiperventilación en el Pánico

Durante un ataque de pánico, es común que la persona comience a hiperventilar, es decir, a respirar de manera rápida y superficial.

Aunque esto puede ser una respuesta automática al miedo, la hiperventilación puede exacerbar algunos de los síntomas físicos del pánico, como los mareos, la sensación de ahogo, el hormigueo en las extremidades y las palpitaciones, debido a un desequilibrio en los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre.

Este aumento de los síntomas puede, a su vez, intensificar la sensación de peligro y el miedo, contribuyendo al círculo vicioso del pánico.

La Respiración Diafragmática como Contrapeso

La respiración diafragmática o profunda, que implica utilizar el diafragma para realizar inspiraciones más lentas y completas, ayuda a contrarrestar los efectos de la hiperventilación y a activar la respuesta de relajación del sistema nervioso parasimpático.

Al practicar una respiración más lenta y controlada, se puede:

  • Reducir la frecuencia cardíaca.
  • Disminuir la tensión muscular.
  • Mejorar la oxigenación de manera más eficiente.
  • Promover una sensación general de calma.

Aprendizaje y Práctica de la Técnica

Se enseña a la persona a practicar la respiración diafragmática regularmente, incluso en momentos de calma, para que se convierta en una habilidad bien aprendida y fácil de acceder cuando sea necesario.

La técnica básica implica inspirar lentamente por la nariz, permitiendo que el abdomen se expanda (y no el pecho), y luego exhalar lentamente por la boca o la nariz, permitiendo que el abdomen se contraiga.

A menudo se utilizan conteos para regular el ritmo (por ejemplo, inspirar en 4 tiempos, exhalar en 6 tiempos).


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