Normas Grupales y Presión hacia la Conformidad
Las normas grupales son reglas compartidas, implícitas o explícitas, que especifican cómo deben o no deben comportarse los miembros de un grupo en diversas situaciones.
Estas normas son un elemento esencial de la estructura grupal, ya que regulan la interacción, promueven la predictibilidad y facilitan la consecución de los objetivos del grupo.
Definición y Tipos de Normas
Las normas pueden referirse a una amplia gama de comportamientos, desde aspectos triviales como la vestimenta o el lenguaje utilizado, hasta cuestiones más fundamentales como los valores, las actitudes y los estándares de rendimiento.
Algunas normas son prescriptivas (indican lo que se debe hacer) mientras que otras son proscriptivas (indican lo que no se debe hacer).
Pueden ser formales (escritas en reglamentos o códigos de conducta) o informales (entendidas y transmitidas a través de la interacción social, sin estar necesariamente escritas).
Funciones de las Normas Grupales
Las normas cumplen varias funciones importantes para el grupo y sus miembros:
- Guía para el Comportamiento: Proporcionan un marco de referencia sobre cómo actuar en situaciones sociales, reduciendo la incertidumbre y facilitando la coordinación.
- Mantenimiento del Grupo: Contribuyen a la identidad y la cohesión del grupo, diferenciándolo de otros grupos y ayudando a preservar su existencia.
- Logro de Objetivos: Pueden facilitar la consecución de las metas grupales al establecer estándares de comportamiento y rendimiento.
- Construcción de la Realidad Social: Las normas ayudan a los miembros a interpretar y dar sentido a las situaciones sociales, proporcionando una visión compartida de la realidad.
Conformidad con las Normas Grupales
Los grupos ejercen una presión considerable sobre sus miembros para que se conformen a las normas establecidas.
Esta presión puede ser explícita (por ejemplo, a través de sanciones o recompensas) o implícita (a través de la observación del comportamiento de los demás y el deseo de ser aceptado).
Como se vio en los estudios clásicos de Sherif y Asch, las personas tienden a ajustar su comportamiento y, a veces, sus creencias
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