Oxitocina. La Hormona del Vínculo y el Afecto

La oxitocina es un neurotransmisor y una hormona a menudo denominada la "hormona del amor" o del apego, debido a su papel fundamental en la creación y el mantenimiento de los lazos sociales, la empatía, la compasión y las conductas de cuidado.

Se libera en respuesta a interacciones sociales positivas y contacto físico.

Promotora de Lazos Sociales y Afectivos

La oxitocina está intrínsecamente asociada con todo lo relacionado con el amor y el afecto en sus diversas manifestaciones: el amor parental, el amor de pareja, el amor filial y la amistad. Su liberación se produce en momentos de conexión íntima y cuidado.

Por ejemplo, se libera en grandes cantidades durante la lactancia materna, fortaleciendo el vínculo entre la madre y el hijo.

También se ha observado que en las mujeres, particularmente, se produce una liberación significativa de oxitocina durante el orgasmo en un contexto de conexión profunda con la pareja, lo que puede explicar el deseo de contacto y cariño posterior a las relaciones sexuales.

Relación con la Empatía y la Compasión

Este neurotransmisor también está estrechamente vinculado con la capacidad para la empatía y la compasión.

Facilita la habilidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, y motiva comportamientos de cuidado y apoyo hacia quienes nos rodean.

Fomento de la Amistad y el Altruismo

La oxitocina juega un papel en el fortalecimiento de las amistades y en la promoción de conductas altruistas.

Las interacciones sociales positivas, como los abrazos y otras formas de contacto físico afectuoso, estimulan su liberación, lo que a su vez refuerza los lazos y la disposición a cooperar y ayudar a los demás.

Implicaciones para el Bienestar y las Relaciones

Dado que las relaciones interpersonales son un pilar fundamental