Optimismo Fundamentado como Clave Resiliente
El optimismo fundamentado es una de las características y factores científicamente probados que distinguen a las personas resilientes.
Este tipo de optimismo va más allá de un simple "pensamiento positivo" ingenuo; se trata de una perspectiva realista pero esperanzadora que permite enfrentar las dificultades con una actitud constructiva.
Definición y Distinción
El optimismo fundamentado no consiste en decir "no te preocupes, sé feliz" o "todo estará bien" de manera vacía ante una situación difícil. Ese enfoque puede incluso ser perjudicial, ya que hay momentos en que no todo estará bien si no se toman acciones concretas.
En cambio, el optimismo fundamentado implica reconocer la dificultad de una situación, pero también recordar experiencias pasadas donde se superaron desafíos similares.
Se basa en la evidencia de la propia capacidad para tomar acciones que conduzcan a un mejor resultado. Es una creencia en la propia agencia y en la posibilidad de influir positivamente en el curso de los acontecimientos.
El Proceso del Optimismo Fundamentado
Cuando una persona con optimismo fundamentado enfrenta un contratiempo, no se limita a esperar pasivamente que las cosas mejoren. Primero, reconoce la realidad de la situación, por difícil que sea.
Luego, busca en su repertorio de experiencias previas, identificando momentos en los que se encontró en circunstancias parecidas y logró un desenlace favorable.
El siguiente paso es analizar qué acciones específicas se tomaron en esas ocasiones para mejorar la situación y obtener un buen resultado. Se trata de aprender del pasado para aplicar estrategias efectivas en el presente.
Por ejemplo, ante un fracaso académico, en lugar de caer en la desesperanza, se recuerda un examen anterior difícil que se superó, analizando cómo se estudió, la preparación mental y física, y se aplican esas lecciones para el nuevo desafío.
Características Adicionales de las Personas Optimistas y Resilientes
Las personas que practican el optimismo fundamentado suelen destacar por su capacidad de planificación; no actúan al azar. Sino que trazan un plan y lo ejecutan. Establecen metas claras y se orientan decididamente hacia la acción para alcanzarlas.
Son realistas en su enfoque, se concentran en el momento presente para actuar eficazmente y no se pierden en preocupaciones excesivas sobre el pasado o el futuro. Sino que planifican estratégicamente para este último.
Esta combinación de realismo, planificación y acción es lo que define al optimismo que verdaderamente fortalece la resiliencia.
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