Objetivo Primordial de las Fortalezas

El estudio y la promoción de las fortalezas del carácter dentro de la psicología positiva tienen un objetivo fundamental y trascendente impulsar y promover el máximo potencial humano.

No se trata simplemente de identificar rasgos positivos de manera aislada. Sino de comprender cómo estas cualidades pueden ser cultivadas y aplicadas para que las personas alcancen una sensación subjetiva de bienestar y una vida más plena y significativa.

Fomento del Potencial Individual

El propósito central al trabajar con las fortalezas del carácter es crear una mejor versión de cada individuo.

Esto implica ayudar a las personas a ser más sabias, a desarrollar mayor templanza en sus acciones y reacciones, y a construir una vida que tenga trascendencia.

Es decir, que deje una huella positiva y significativa en quienes les rodean y en su comunidad.

Desarrollo de Virtudes Clave

Las fortalezas del carácter se agrupan en virtudes más amplias.

El objetivo es que, al desarrollar las fortalezas específicas que componen cada virtud, la persona logre incorporar esas virtudes de manera integral en su forma de ser.

Por ejemplo, se busca que la persona no solo muestre actos aislados de bondad. Sino que desarrolle la virtud de la Humanidad y el Amor de forma consistente.

Se aspira a que el individuo pueda cultivar un conjunto de valores bien marcados y definidos que guíen su conducta, fomentando la empatía, el amor hacia sí mismo y hacia los demás, y un comportamiento ético y justo.

Contribución al Bienestar Subjetivo

Al centrarse en el estudio de aquellas experiencias y rasgos que aportan a las personas una sensación subjetiva de bienestar, se busca que el desarrollo de las fortalezas no sea un mero ejercicio intelectual.

Sino que se traduzca en una mejora tangible en la calidad de vida percibida.

El objetivo último es que cada persona pueda vivir una vida más satisfactoria y feliz a través del reconocimiento y la aplicación activa de sus cualidades más positivas.