Identificación y Fomento de Fortalezas en los Hijos

Los padres juegan un papel crucial en el desarrollo del bienestar de sus hijos, y uno de los enfoques más poderosos de la psicología positiva aplicados a la crianza es la identificación y el fomento consciente de las fortalezas del carácter de los niños desde una edad temprana.

Observación Activa de las Fortalezas Emergentes

Desde pequeños, los niños comienzan a mostrar inclinaciones y cualidades que pueden ser indicativas de sus fortalezas emergentes.

Los padres pueden "poner el radar" para observar qué actividades eligen sus hijos libremente, qué hacen bien y con frecuencia, y qué aspectos de su personalidad comienzan a destacar.

Por ejemplo, un niño puede mostrar una gran curiosidad explorando el jardín y buscando lombrices, mientras que otro puede preferir sentarse a dibujar durante horas, revelando así diferentes posibles fortalezas como el amor por el aprendizaje o la creatividad.

Incluso en bebés, aunque la personalidad no esté completamente definida, se pueden empezar a observar tendencias hacia la paciencia, el buen humor o una marcada curiosidad.

Poner en Palabras las Fortalezas Observadas

Una vez identificadas estas inclinaciones o comportamientos positivos, es fundamental que los padres los observen y, muy importante, los pongan en palabras.

No se trata solo de un elogio general como "qué buen niño eres". Sino de ser específico y describir la fortaleza en acción.

Por ejemplo: "Me gusta que fuiste generoso con tu primo cuando le prestaste tu triciclo" o "Admiro tu perseverancia al intentar armar ese rompecabezas tan difícil".

Crear un vocabulario de fortalezas en el hogar ayuda a los niños a tomar conciencia de sus propias cualidades positivas y a valorarlas.

Este reconocimiento explícito contribuye a construir una autoimagen positiva y a reforzar esos comportamientos deseables.