Distinciones Clave de la Psicología Positiva

La psicología positiva, como campo de estudio, se distingue claramente tanto de los enfoques más tradicionales de la psicología como de las corrientes de pensamiento positivo que carecen de base científica.

Su valor reside precisamente en su rigor metodológico y su enfoque complementario.

Frente a la Psicología Tradicional

La psicología positiva no busca reemplazar ni invalidar los valiosos conocimientos y tratamientos desarrollados por la psicología tradicional, la cual se ha enfocado históricamente en el estudio y la reparación del daño psicológico, las patologías y el sufrimiento humano.

Este enfoque tradicional es absolutamente necesario para aliviar el malestar y tratar los trastornos mentales.

Sin embargo, la psicología positiva surge para complementar esta visión, argumentando que la ausencia de enfermedad no equivale automáticamente a la presencia de bienestar o florecimiento.

Así, mientras la psicología tradicional se ha centrado en ayudar a las personas a pasar de estados negativos (como la depresión o la ansiedad) a un estado neutro o de "no enfermedad" (moviendo a las personas de un -5 o -10 a un 0 en una escala de bienestar), la psicología positiva se interesa por lo que está "bien" en las personas y cómo potenciarlo.

Su objetivo es entender y promover los factores que permiten a los individuos y comunidades pasar de ese estado neutro a niveles óptimos de funcionamiento y felicidad (del 0 al +5 o +10).

En resumen, la psicología positiva se enfoca en construir sobre las cualidades positivas y no solo en reparar lo que está dañado, actuando como una adición y expansión del campo psicológico.

Frente al Pensamiento Positivo Simplista y la Autoayuda No Científica

Es crucial diferenciar la psicología positiva del "pensamiento positivo" ingenuo o de ciertas corrientes de autoayuda que a menudo carecen de un respaldo científico sólido.

La psicología positiva no es simplemente una exhortación a "pensar en positivo" o a repetir afirmaciones sin más fundamento.

La diferencia fundamental radica en su base científica. La psicología positiva es una ciencia que mide rigurosamente sus constructos (como el bienestar, las fortalezas, el optimismo) y aplica intervenciones cuya eficacia ha sido validada empíricamente.

Aunque algunas técnicas puedan parecer sencillas o de sentido común, su inclusión en el corpus de la psicología positiva se debe a que han demostrado, a través de la investigación, tener un impacto real y medible en el bienestar.

Muchas veces se confunde con la "ley de la atracción" u otras ideas populares, pero la psicología positiva se distancia de estas al basarse en la medición y la aplicación de principios científicos.

Así, lleva conceptos como la autoayuda y el desarrollo personal a un nivel de ciencia real, documentada y respaldada, ofreciendo estrategias y técnicas con fundamento.