Trastorno de ansiedad social (fobia social). miedo a la evaluación

El Trastorno de Ansiedad Social, también conocido como fobia social, se caracteriza por un miedo o ansiedad intensos y persistentes a una o más situaciones sociales o de actuación en público en las que la persona se siente expuesta al posible escrutinio o evaluación negativa por parte de los demás.

Definición y Temor Central

El temor fundamental en la ansiedad social no es a las situaciones sociales en sí mismas, sino al miedo a actuar de una manera (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea humillante, embarazosa, que lleve al rechazo o que ofenda a otros.

La persona teme ser juzgada negativamente por los demás.

Las situaciones sociales temidas pueden ser muy variadas, desde interacciones cotidianas como hablar con extraños o participar en conversaciones, hasta situaciones de actuación como hablar en público, comer o beber delante de otros, o utilizar baños públicos.

Respuesta y Comportamientos Asociados

La exposición a la situación social temida provoca casi invariablemente una respuesta de ansiedad, que puede tomar la forma de un ataque de pánico situacionalmente determinado.

Los niños pueden expresar la ansiedad a través del llanto, rabietas, aferrarse a los padres o negarse a hablar en situaciones sociales.

Las personas con ansiedad social suelen evitar activamente estas situaciones o las soportan con intensa ansiedad y malestar.

A menudo utilizan conductas de seguridad para intentar manejar su ansiedad o prevenir la evaluación negativa temida (por ejemplo, ensayar mentalmente lo que van a decir, evitar el contacto visual, hablar poco).

Reconocen que su miedo es excesivo o irracional (aunque esto puede no ser así en niños).

Criterios Diagnósticos e Impacto

Para el diagnóstico, el miedo, la ansiedad o la evitación son persistentes (típicamente durante seis meses o más) y causan un malestar clínicamente significativo o un deterioro en el funcionamiento social, laboral u otras áreas importantes.

No se debe a los efectos de una sustancia o a otra condición médica, ni se explica mejor por otro trastorno mental (como el trastorno de pánico, el trastorno dismórfico corporal o un trastorno del espectro autista).

La ansiedad social puede ser muy limitante, llevando al aislamiento, a dificultades para establecer relaciones, a un bajo rendimiento académico o laboral y a una disminución general de la calidad de vida.

Es uno de los trastornos de ansiedad más comunes y, afortunadamente, existen tratamientos efectivos, principalmente la terapia cognitivo-conductual.