Pautas para una Exposición Efectiva

Para que la terapia de exposición sea exitosa en la reducción de la ansiedad y los miedos, es fundamental seguir una serie de pautas que aseguren que el proceso se realice de manera eficaz y segura.

Estas directrices ayudan a maximizar los beneficios del afrontamiento gradual y a promover un aprendizaje adaptativo.

Gradualidad y Jerarquía

La exposición debe ser siempre gradual, comenzando por situaciones o estímulos que provoquen un nivel de ansiedad bajo o moderado y avanzando progresivamente hacia aquellos que generan mayor temor, según la jerarquía de exposición previamente elaborada.

Intentar una exposición demasiado intensa al principio puede ser abrumador y contraproducente.

Duración Suficiente (Habituación Intra-sesión)

Cada ejercicio de exposición debe ser lo suficientemente prolongado como para permitir que la ansiedad disminuya significativamente dentro de la misma sesión.

Es común que la ansiedad aumente al inicio de la exposición, pero si la persona permanece en la situación, la respuesta de miedo tiende a habituarse y a reducirse.

Abandonar la situación prematuramente, cuando la ansiedad está en su punto álgido, puede reforzar la evitación.

Repetición Frecuente (Habituación Inter-sesión)

Las exposiciones deben realizarse de manera repetida y frecuente hasta que el estímulo o situación temida ya no provoque una respuesta de ansiedad significativa o esta sea fácilmente manejable.

La práctica constante es esencial para consolidar los aprendizajes y generalizar los efectos a diferentes contextos.

Prevención de la Respuesta (Conductas de Seguridad)

Durante la exposición, es crucial que la persona se abstenga de realizar conductas de evitación (escapar de la situación) o conductas de seguridad (acciones para prevenir la catástrofe temida o reducir la ansiedad, como llevar medicación "por si acaso" o ir acompañado).

Estas conductas impiden que la persona desconfirme sus miedos y aprenda que puede afrontar la situación y la ansiedad por sí misma.

Enfoque en la Desconfirmación de Creencias

La exposición no es solo una cuestión de "aguantar" la ansiedad, sino una oportunidad para poner a prueba y desconfirmar las creencias catastróficas asociadas al estímulo temido.

Es útil identificar las predicciones negativas antes de la exposición y luego comparar esas predicciones con lo que realmente sucede.

Variabilidad y Generalización

A medida que se avanza, es importante variar los contextos y las características de la exposición para promover la generalización de los aprendizajes a diferentes situaciones de la vida real.

El terapeuta juega un papel fundamental al guiar este proceso, proporcionando apoyo, ayudando a manejar la ansiedad y asegurando que la exposición se realice de acuerdo con estos principios para maximizar su efectividad.