El Papel de las Conductas de Seguridad y su Eliminación

Las conductas de búsqueda de seguridad son acciones que las personas con ansiedad realizan en situaciones temidas con la intención de prevenir una catástrofe anticipada o de reducir su malestar.

Aunque puedan proporcionar un alivio momentáneo, estas conductas son contraproducentes a largo plazo, ya que mantienen el miedo e impiden un aprendizaje adaptativo.

Su identificación y eliminación gradual son un componente crucial de la terapia de exposición.

Definición y Función Aparente

Las conductas de seguridad son "trucos" o "muletas" que la persona utiliza para sentirse más segura o para evitar que ocurra lo que teme.

A diferencia de la evitación completa de la situación, la persona sí se enfrenta al estímulo temido, pero lo hace con estas ayudas.

Por ejemplo, alguien con miedo a volar podría tomar un tranquilizante antes del vuelo; una persona con ansiedad social podría ensayar cada frase o llevar siempre a un amigo a las reuniones; o alguien con pánico podría comprobar las salidas de emergencia o llevar una botella de agua.

La función aparente es protegerse del peligro o del malestar.

Cómo Mantienen la Ansiedad

El problema fundamental de las conductas de seguridad es que interfieren con el proceso de desconfirmación de los miedos.

Si la catástrofe temida no ocurre mientras se utiliza la conducta de seguridad, la persona tiende a atribuir la ausencia de peligro a dicha conducta, y no a la inocuidad real de la situación o a su propia capacidad para afrontarla.

Por ejemplo, si la persona con miedo a volar toma un tranquilizante y el vuelo transcurre sin problemas, puede pensar: "El vuelo fue bien porque tomé el tranquilizante", en lugar de "El vuelo fue bien porque volar es seguro".

De esta manera, la creencia de que la situación es peligrosa y de que solo se puede manejar gracias a la conducta de seguridad se refuerza, perpetuando la ansiedad.

Estas conductas impiden que la persona aprenda que:

• La situación no es tan peligrosa como anticipa.

• Puede tolerar la ansiedad y las sensaciones físicas sin que ocurra una catástrofe.

• Tiene la capacidad de afrontar la situación por sí misma.

Identificación y Eliminación Gradual

Un paso importante en la terapia de exposición es ayudar a la persona a identificar sus conductas de seguridad específicas, ya que a menudo son sutiles y están muy arraigadas.

Una vez identificadas, se trabaja para eliminarlas de forma gradual y sistemática durante los ejercicios de exposición.

Se anima a la persona a enfrentarse a las situaciones temidas sin recurrir a estas "muletas".

Por ejemplo, la persona con pánico podría empezar a ir a lugares sin llevar su medicación "por si acaso", o la persona con ansiedad social podría intentar hablar en una reunión sin haber ensayado previamente cada palabra.

Al eliminar las conductas de seguridad, se permite que ocurra un aprendizaje correctivo basado en la experiencia directa, lo que lleva a una reducción más duradera y significativa de la ansiedad.