Exposición en Vivo. Afrontamiento Directo de Situaciones Temidas

La exposición en vivo es una de las técnicas más fundamentales y efectivas dentro de la terapia de exposición para los trastornos de ansiedad.

Consiste en que la persona se enfrente de manera directa, gradual y sistemática a las situaciones, objetos o actividades que teme y evita en la vida real, con el objetivo de reducir la ansiedad y desconfirmar las creencias catastróficas.

Principio del Afrontamiento Directo

La base de la exposición en vivo es la confrontación directa con el estímulo fóbico o la situación ansiógena en un entorno seguro y controlado, en lugar de recurrir a la imaginación o a representaciones simbólicas.

Se busca que la persona experimente la situación tal como ocurriría en su vida cotidiana.

Por ejemplo, si una persona tiene miedo a los perros, la exposición en vivo implicaría estar en presencia de perros reales, comenzando quizás con un perro pequeño y tranquilo a distancia, y progresando gradualmente hacia interacciones más cercanas o con perros más grandes.

Gradualidad y Jerarquía

La exposición en vivo se realiza siguiendo la jerarquía de situaciones temidas previamente elaborada.

Se comienza por los ítems de la jerarquía que provocan un nivel de ansiedad bajo o moderado, y solo se avanza a ítems más difíciles cuando la ansiedad en los niveles inferiores ha disminuido significativamente a través de la habituación.

Esta progresión gradual es crucial para que la persona se sienta capaz de afrontar los ejercicios y para evitar una experiencia abrumadora que podría ser contraproducente.

Duración y Repetición

Para que la exposición en vivo sea efectiva, cada sesión de exposición debe ser lo suficientemente prolongada como para permitir que la ansiedad disminuya notablemente (habituación intraserial).

Abandonar la situación cuando la ansiedad está en su punto máximo refuerza la evitación.

Además, las exposiciones deben repetirse con frecuencia (habituación interserial) hasta que la situación temida ya no provoque una respuesta de ansiedad significativa o esta sea manejable.

La práctica regular es esencial.

Prevención de la Respuesta de Evitación

Durante la exposición en vivo, es fundamental que la persona se abstenga de realizar conductas de evitación sutiles o de búsqueda de seguridad, ya que estas impiden el aprendizaje de que la situación es segura o manejable por sí misma.

El terapeuta ayuda a identificar y eliminar estas conductas.

La exposición en vivo, aunque puede generar ansiedad a corto plazo, es una de las herramientas más poderosas para superar los miedos a largo plazo, ya que permite a la persona aprender a través de la experiencia directa que puede afrontar lo que teme y que sus predicciones catastróficas no se cumplen.