Distorsiones Cognitivas. Filtro Mental, Lectura del Pensamiento

El filtro mental, la lectura del pensamiento y la personalización son distorsiones cognitivas que sesgan la forma en que procesamos la información social y personal, a menudo llevando a interpretaciones negativas que alimentan la ansiedad y el malestar.

Filtro Mental (Abstracción Selectiva)

El filtro mental, también conocido como abstracción selectiva, es la tendencia a enfocarse exclusivamente en los detalles negativos de una situación, magnificándolos, mientras se ignora o se descarta toda la información positiva o neutra.

Es como ver el mundo a través de unas gafas oscuras que solo permiten ver lo malo.

Por ejemplo, una persona puede recibir múltiples elogios por un trabajo realizado, pero si hay una pequeña crítica o un aspecto que no salió perfecto, se centrará únicamente en ese detalle negativo, sintiéndose un fracaso e ignorando todos los comentarios positivos.

Este filtro selectivo lleva a una visión distorsionada y pesimista de la realidad, ya que se pierden de vista los aspectos positivos y se generaliza la negatividad.

Lectura del Pensamiento (Inferencia Arbitraria)

La lectura del pensamiento es la creencia de que se sabe lo que otras personas están pensando o sintiendo, sin tener evidencia suficiente para ello y, a menudo, asumiendo intenciones o juicios negativos.

Es una forma de inferencia arbitraria donde se sacan conclusiones precipitadas sobre los estados mentales de los demás.

Por ejemplo, si alguien no saluda con entusiasmo, la persona con esta distorsión podría pensar: "Seguro que está enfadado conmigo" o "Piensa que soy un pesado", sin considerar otras explicaciones posibles (como que la otra persona estaba distraída, preocupada o simplemente no la vio bien).

Esta tendencia a asumir lo peor sobre las intenciones o pensamientos de los demás genera ansiedad social y puede llevar a malentendidos y conflictos en las relaciones.

Personalización

La personalización es la tendencia a relacionar eventos externos con uno mismo de manera egocéntrica y, a menudo, negativa, sin una base lógica para hacerlo.

Implica atribuirse la responsabilidad o la causa de sucesos negativos sobre los que se tiene poco o ningún control, o interpretar comentarios o acciones neutras de otros como si estuvieran dirigidos personalmente.

Por ejemplo, si un amigo parece triste, la persona con esta distorsión podría pensar: "Seguro que es por algo que yo hice o dije".

O, si ocurre un problema en el trabajo en el que participaron varias personas, podría asumir toda la culpa.

La personalización lleva a una carga excesiva de responsabilidad y a sentimientos de culpa o vergüenza inapropiados, ya que se sobreestima la propia influencia en los eventos externos y en los sentimientos de los demás.