Criterios Generales. De la Ansiedad Normal al Trastorno

La ansiedad, como emoción, es una experiencia humana universal y, en muchos contextos, adaptativa.

Sin embargo, existe un umbral a partir del cual esta respuesta emocional puede volverse desproporcionada, persistente e interferir significativamente con la vida diaria, configurando lo que se conoce como un trastorno de ansiedad.

La Ansiedad como Problema Clínico

La ansiedad se convierte en un problema clínico o un posible trastorno cuando cumple ciertos criterios generales que la distinguen de las reacciones ansiosas normales y transitorias.

Estos criterios suelen incluir:

• Intensidad Desproporcionada: La respuesta de ansiedad es mucho más intensa de lo que cabría esperar dada la situación real o la amenaza objetiva.

• Frecuencia y Duración Excesivas: Los episodios de ansiedad son muy frecuentes o el estado de ansiedad se mantiene durante períodos prolongados, incluso en ausencia de un desencadenante claro.

• Malestar Significativo: La experiencia de ansiedad genera un sufrimiento emocional considerable para la persona.

• Interferencia Funcional: La ansiedad y los comportamientos asociados (como la evitación) comienzan a interferir de manera notable con el funcionamiento de la persona en áreas importantes de su vida, como el trabajo, los estudios, las relaciones sociales o las actividades cotidianas.

• Falta de Control Percibido: La persona siente que no puede controlar su preocupación o sus síntomas de ansiedad, a pesar de sus esfuerzos.

El Umbral Diagnóstico

No existe una línea divisoria absolutamente nítida entre la ansiedad normal y la patológica, sino más bien un continuo.

La decisión de si la ansiedad de una persona constituye un trastorno clínico se basa en la evaluación de estos criterios por parte de un profesional de la salud mental, utilizando manuales diagnósticos como el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) o la CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades).

Estos manuales proporcionan criterios específicos para cada trastorno de ansiedad, que ayudan a los profesionales a realizar un diagnóstico preciso y a diferenciar entre los distintos tipos de trastornos, lo cual es fundamental para planificar un tratamiento adecuado.