Tratamiento Sancionatorio Interno

Tipología de Sanciones Internas

Dentro del reglamento interno de trabajo, las empresas deben estipular un abanico de sanciones aplicables al acoso.

Las más leves incluyen llamados de atención con copia a la hoja de vida, que sirven como antecedente.

Las sanciones intermedias pueden implicar suspensiones del contrato de trabajo sin goce de sueldo por periodos determinados (días o semanas), lo cual tiene un impacto económico y reputacional directo en el agresor. Finalmente, la sanción máxima es la terminación del contrato.

Es vital que estas sanciones estén explícitamente descritas en los manuales de la compañía y que hayan sido socializadas, para que nadie pueda alegar desconocimiento de las consecuencias.

El Despido con Justa Causa

Cuando la investigación confirma conductas de acoso graves, la empresa tiene la facultad (y a menudo el deber ético) de rescindir el contrato laboral sin indemnización, bajo la figura de "justa causa".

El acoso laboral constituye un incumplimiento grave de las obligaciones contractuales, una falta de respeto a los compañeros y, a menudo, una violación de códigos de ética. Para que el despido sea procedente, la causalidad debe estar probada.

Despedir a un acosador no es solo un acto de justicia hacia la víctima, sino una medida de higiene organizacional necesaria para extirpar un elemento tóxico que pone en riesgo la salud del colectivo y la responsabilidad jurídica de la empresa.

Implicaciones Legales de la Omisión de Sanción

Si la empresa comprueba el acoso y decide no sancionar (por ejemplo, porque el agresor es un directivo de alto nivel o un "genio" de las ventas), se convierte en cómplice.

Esta inacción abre la puerta a demandas por "culpa patronal" o negligencia en el deber de custodia.

La víctima puede demandar no solo al agresor por el daño moral, sino a la empresa por los perjuicios fisiológicos y económicos derivados de haber tolerado la violencia.

La sanción interna es, por tanto, el mecanismo mediante el cual la empr