Teoría del Conflicto Realista

La Teoría del Conflicto Realista (Realistic Conflict Theory o RCT), propuesta por Donald Campbell y posteriormente desarrollada por investigadores como Muzafer Sherif, postula que el conflicto entre grupos surge fundamentalmente de la competencia directa por recursos limitados y valorados, ya sean estos materiales (como territorio, riqueza, empleos) o simbólicos (como poder o estatus).

Premisa Central: Competición por Recursos Escasos

La idea central de la RCT es que cuando dos o más grupos perciben que sus metas son incompatibles y que los recursos que desean son escasos (es decir, no hay suficiente para todos), se genera una competencia que puede derivar en hostilidad, prejuicio y discriminación intergrupal.

En estas situaciones de "suma cero", donde la ganancia de un grupo implica la pérdida del otro, es más probable que surjan actitudes negativas hacia el exogrupo y un aumento de la solidaridad y el favoritismo endogrupal.

Evidencia Experimental: El Estudio de la Cueva de los Ladrones

El experimento de la "Cueva de los Ladrones" de Sherif proporciona una clara demostración empírica de la Teoría del Conflicto Realista.

La introducción de la competencia directa por premios y reconocimiento entre los "Águilas" y los "Cascabeles" fue lo que desencadenó la hostilidad y los estereotipos negativos entre los dos grupos de niños, que previamente no tenían animosidad entre sí.

La escasez de los recursos (solo un grupo podía ganar los premios) y la incompatibilidad de las metas (el éxito de un grupo significaba el fracaso del otro) crearon el caldo de cultivo para el conflicto.

Aplicaciones a Conflictos Sociales Reales

La Teoría del Conflicto Realista se ha utilizado para explicar una amplia gama de conflictos intergrupales en el mundo real, como las tensiones entre grupos étnicos o nacionales que compiten por territorio o recursos económicos, los conflictos laborales entre sindicatos y patronales, o la rivalidad entre equipos deportivos o facciones políticas.

Cuando los recursos son percibidos como limitados, ya sea de forma objetiva o subjetiva, es más probable que los grupos desarrollen actitudes negativas hacia aquellos con los que compiten y que justifiquen la discriminación o la agresión