El Heurístico de Disponibilidad

El heurístico de disponibilidad es otro atajo mental que utilizamos para hacer juicios, en este caso, basándonos en la facilidad con la que ejemplos o instancias de algo vienen a nuestra mente.

Si podemos recordar fácilmente ejemplos de un evento o categoría, tendemos a asumir que es más común o probable de lo que realmente podría ser.

La Facilidad de Recuerdo como Indicador

Este heurístico opera bajo la premisa de que "si es fácil de recordar, debe ser importante o frecuente".

Cuando intentamos juzgar la frecuencia de un evento o la probabilidad de que algo ocurra, a menudo recurrimos a nuestra memoria en busca de ejemplos.

Aquellos eventos que son vívidos, recientes o emocionalmente cargados tienden a ser más fáciles de recordar y, por lo tanto, pueden influir desproporcionadamente en nuestros juicios.

Por ejemplo, si acabamos de ver varias noticias sobre accidentes aéreos, podríamos sobreestimar el riesgo de volar, simplemente porque esos ejemplos están muy disponibles en nuestra mente, aunque estadísticamente volar sea muy seguro.

Disponibilidad y Juicios sobre Uno Mismo

El heurístico de disponibilidad no solo afecta nuestros juicios sobre el mundo externo, sino también sobre nosotros mismos.

Un estudio pidió a los participantes que recordaran seis ejemplos de ocasiones en las que se habían comportado de manera asertiva.

Como recordar seis ejemplos es relativamente fácil para la mayoría, estas personas se juzgaron a sí mismas como bastante asertivas.

A otro grupo se le pidió que recordara doce ejemplos de su comportamiento asertivo. Esta tarea es considerablemente más difícil.

Como resultado, a pesar de haber recordado (o intentado recordar) más instancias de asertividad, estas personas se juzgaron a sí mismas como menos asertivas que el primer grupo.

La dificultad para traer a la mente los doce ejemplos llevó a la conclusión de que no debían ser muy asertivas.

Esto demuestra cómo la facilidad o dificultad de recuperación de la información, y no solo la cantidad, influye en nuestros juicios.

Limitaciones y Posibles Errores

Si bien la facilidad con la que algo viene a la mente puede ser a veces un buen indicador de su frecuencia, no siempre es así.

Lo que está más disponible en nuestra memoria no es necesariamente lo más representativo o lo más frecuente en la realidad.

Eventos dramáticos o inusuales, aunque infrecuentes, pueden ser muy memorables y, por lo tanto, sobreestimados en nuestros juicios.

Ser conscientes de este heurístico nos ayuda a cuestionar nuestras primeras impresiones y a buscar información más objetiva o estadística antes de llegar a conclusiones basadas únicamente en la facilidad con la que recordamos ejemplos.