Discapacidad intelectual (antes retraso mental)

Definiendo la Discapacidad Intelectual

La discapacidad intelectual, anteriormente conocida en la literatura como retraso mental, es un trastorno que se inicia durante el periodo del desarrollo.

Esta condición incluye limitaciones tanto en el funcionamiento intelectual como en el comportamiento adaptativo de la persona en los dominios conceptual, social y práctico.

Se considera una afección general de los procesos cognitivos que le impide al individuo poder realizar las tareas que se esperan para su edad de desarrollo.

Las personas con esta condición presentan una disminución en el ritmo y la velocidad de su desarrollo, lo que compromete su integridad cognitiva y su capacidad de adaptación.

Para poder diagnosticar la discapacidad intelectual, es necesario que se cumplan tres criterios fundamentales que deben ser evaluados por un equipo de profesionales.

Criterios de Diagnóstico

El primer criterio son los déficits en las funciones intelectuales, como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto y el juicio.

Estas deficiencias deben ser confirmadas tanto por una evaluación clínica detallada como por pruebas de inteligencia estandarizadas que sean administradas de forma individual.

El segundo criterio se refiere a los déficits en el funcionamiento adaptativo, que resultan en un fracaso para cumplir con los estándares de desarrollo sociocultural.

Esta dificultad se manifiesta en la independencia personal y en la responsabilidad social, y limita el funcionamiento en actividades de la vida diaria como la comunicación.

Finalmente, el tercer criterio establece que el inicio de estos déficits, tanto intelectuales como adaptativos, debe ocurrir durante el periodo del desarrollo infantil.

Niveles de Severidad: Leve y Moderado

La discapacidad intelectual se clasifica en diferentes niveles de severidad, que se definen por el funcionamiento adaptativo y no solo por las puntuaciones del cociente intelectual.

Esta clasificación en niveles, que va desde leve hasta profundo, es lo que determina la cantidad y el tipo de apoyo que la persona va a requerir.

En el nivel leve, la persona puede aprender a leer, a escribir y a realizar cálculos sencillos, pudiendo alcanzar una importante autonomía y mantener un trabajo.

En el nivel moderado, la persona puede aprender a hablar y a rec