Las Barreras para ser Asertivo

La asertividad es una habilidad comunicativa crucial, pero a menudo se ve obstaculizada por barreras que impiden a las personas expresar sus necesidades y límites.

Estas barreras pueden ser macro o personales, y su impacto en la capacidad de una persona para ser asertiva es significativo.

Las barreras macro son las fuerzas universales que inhiben el comportamiento asertivo.

Un ejemplo de estas barreras es el condicionamiento de género, donde a los niños se les anima a ser asertivos, mientras que a las niñas se les enseña a ser complacientes.

La situación y el cargo también son una barrera, ya que una persona puede dudar en ser asertiva con su jefe por miedo a que se perciba como una falta de respeto.

La edad y la experiencia son otra barrera, donde una persona mayor puede sentir que su opinión es más importante que la de una persona más joven.

Las barreras personales, a menudo más difíciles de identificar, se encuentran en la mente de la persona.

Una de las más comunes es el miedo a parecer dictatorial.

Una persona puede tener miedo de decir lo que piensa por temor a que se le vea como alguien que quiere imponer su voluntad.

Este miedo se basa en una confusión entre la asertividad (expresarse con respeto) y la agresividad (imponerse a toda costa).

Otra barrera es la creencia de que las propias opiniones son menos importantes que las de los demás.

Este patrón se forma a menudo a partir de experiencias pasadas en las que la persona fue desvalorizada o no fue escuchada.

Superar estas barreras requiere autoconciencia y un compromiso con la práctica.

La persona debe reconocer que tiene el derecho de expresar sus opiniones, necesidades y sentimientos, y que esto no la convierte en una persona egoísta o agresiva.

Es un proceso de desaprender los patrones de comportamiento que no le sirven y de aprender a ser asertivo de