Asumiendo el 100% de la Responsabilidad en un Área de tu Vida

El Reto de Asumir el 100% de la Responsabilidad

Te propongo un reto práctico y transformador: piensa en un área de tu vida que no vaya tan bien como a ti te gustaría que fuera.

Puede ser una situación preocupante sobre tu trabajo, una relación personal, un problema de salud o alguna tarea que has estado evitando durante mucho tiempo.

El ejercicio consiste en preguntarte qué pasaría si asumieras el cien por cien de la responsabilidad en esa área, olvidándote de culpar a otros o a ti mismo.

Debes dejar de lado por completo la idea de quién tiene la razón o quién está equivocado, y simplemente aceptar la responsabilidad total de la situación.

Este acto de reclamar la responsabilidad es un paso fundamental para poder avanzar hacia un locus de control que sea mucho más interno, fuerte y resiliente.

La Distinción entre Causa y Contribución

Asumir la responsabilidad no significa que tú seas la causa de todo lo que sucede, especialmente de las cosas duras que ocurren en la vida.

Se trata de ver y de reconocer honestamente tu parte de contribución en la situación actual, así como las decisiones que has tomado que te han llevado.

Empezarás a sentirte mucho mejor en el momento en que reconozcas tu parte, ya que este es el primer paso para poder recuperar tu poder personal.

Al dejar de poner la responsabilidad en otro sitio, abandonas el papel de víctima y te colocas en una posición de poder desde la cual puedes actuar.

Es un cambio de mentalidad que te permite dejar de ser un espectador pasivo para convertirte en el agente principal de cambio en tu propia vida.

Las Preguntas que Transforman la Perspectiva

Una vez que has asumido esta responsabilidad total, debes hacerte la siguiente pregunta: ¿qué harías de forma diferente a partir de este preciso momento?

Desde esta nueva posición de poder, también debes cuestionarte qué nuevas y diferentes opciones elegirías para poder cambiar el rumbo de la situación que te preocupa.

Estas preguntas te obligan a dejar de pensar en el problema y a empezar a concentrarte en la búsqueda activa de soluciones que estén dentro de tu control.

El enfoque se traslada del pasado inmutable al presente y al futuro, donde tus decisiones y tus acciones tienen