Objetivos de rendimiento a corto plazo

Los objetivos de rendimiento a corto plazo son metas específicas y alcanzables que se establecen para un período de tiempo relativamente breve.

Cuando abordamos la idea de establecer metas de rendimiento, nos adentramos en la dinámica de fijar objetivos claros que nos impulsen hacia acciones concretas. En este proceso, siempre está presente la meta principal, aquella que puede representar una mejora sustancial, como aumentar la cuota de mercado en un 25 por ciento. Sin embargo, al mismo tiempo, es necesario establecer objetivos de rendimiento más pequeños y alcanzables.

En el coaching de liderazgo y trabajo en equipo, estos objetivos son esenciales. No solo se trata de medidas de rendimiento, sino también de la construcción de habilidades. No buscamos solo mejorar en el sentido tradicional, sino de transformar la forma en la que la organización funciona. Esto implica una gestión que involucre a todos, fomentando reuniones de equipo efectivas y habilidades de resolución de problemas. Los objetivos deben ser compartidos, no impuestos, para que sean internalizados y muevan a la acción.

Al fijar objetivos, es fundamental plantear preguntas específicas al coachee. Estas preguntas son guías para entender la situación actual y determinar si los desafíos y objetivos están claros. Se trata de comprender el panorama y las habilidades necesarias para el desarrollo.

Además, se busca establecer objetivos razonables y a corto plazo para garantizar la satisfacción del logro y el refuerzo positivo. De manera que el coachee no tenga que esperar mucho tiempo para sentir que está avanzando.

En el proceso de establecer objetivos efectivos, es esencial recordar los criterios SMART:

• Específicos: deben ser claros y específicos en términos de lo que se espera lograr. Cuanto más concreto sea el objetivo, más fácil será medir el progreso.

• Medibles: deben ser visualizados de manera objetiva. Debe ser posible determinar si el objetivo se ha cumplido utilizando indicadores concretos.