PROTECCIÓN CONTRA REPRESALIAS

DEFINICIÓN LEGAL DE REPRESALIA Y ACTIVIDADES PROTEGIDAS

La represalia se define como cualquier acción adversa tomada por un empleador o un superior contra un empleado por haber ejercido su derecho legal a denunciar el acoso o participar en una investigación.

La ley protege explícitamente estas "actividades protegidas", que incluyen presentar una queja formal, oponerse a prácticas discriminatorias, o servir como testigo para corroborar la historia de un colega.

Es fundamental entender que el castigo por denunciar es una infracción legal separada y a menudo más grave que el acoso original.

Imaginemos que el líder de derechos civiles Martin Luther King Jr. trabaja en una corporación y presenta una queja porque su supervisor hace chistes racistas y sexistas.

Si la empresa, en lugar de investigar, decide despedirlo, suspenderlo o "congelar" su salario bajo el pretexto de "falta de lealtad", estaría cometiendo una represalia ilegal.

La protección legal blinda a King para que pueda alzar la voz sin que su sustento sea utilizado como arma en su contra.

CÓMO IDENTIFICAR Y REPORTAR CONDUCTAS VENGATIVAS

Las represalias no siempre son tan evidentes como un despido. A menudo son sutiles y diseñadas para forzar la renuncia voluntaria de la víctima (despido constructivo).

Estas conductas incluyen cambios injustificados de turno, reasignación a tareas denigrantes o de menor categoría, exclusión deliberada de reuniones clave, la "ley del hielo" por parte de la gerencia, o una repentina evaluación de desempeño negativa tras años de historial impecable.

Si la científica Rosalind Franklin denunciara a un colega por robarle crédito y acosarla verbalmente, y repentinamente fuera trasladada del laboratorio principal a un archivo en el sótano sin ventilación, o se le prohibiera asistir a conferencias donde antes era ponente, estaría sufriendo represalias.

Aunque no la hayan despedido, han alterado negativamente sus condiciones laborales como castigo.

Identificar estos patrones es vital para reportarlos inmediatamente al comité o a recursos humanos como una nueva infracción.

GARANTÍAS DE NO PENALIZACIÓN POR DENUNCIAR DE BUENA FE

Existe un miedo generalizado a que, si una denuncia no resulta en un veredicto de culpabilidad, el denunciante será castigado.

Sin embargo, las políticas de prevención establecen que la incapacidad de probar una acusación no equivale a haber mentido.

Si la denuncia se realizó de "buena fe" (creyendo honestamente que ocurrió una ofensa), el empleado está protegido contra cualquier medida disciplinaria, incluso si la investigación concluye que no hubo pruebas suficientes.

Supongamos que el escritor Émile Zola acusa a un gerente de conducta inapropiada basándose en lo que percibió como tocamientos indebidos.

Si tras la investigación del comité se de