ACOSO FÍSICO, VERBAL Y VISUAL

LÍMITES DEL CONTACTO FÍSICO Y ESPACIO PERSONAL

El acoso físico implica cualquier contacto no deseado, desde tocamientos aparentemente "accidentales" hasta agresiones directas.

Incluye conductas como masajes en los hombros no solicitados, roces intencionales al pasar, abrazos prolongados, o invadir el espacio personal de manera agresiva (acorralar).

La clave es la falta de consentimiento y la incomodidad que genera. Bloquear el paso de una persona también se considera una forma de intimidación física.

Supongamos que Rasputín, conocido por su falta de límites sociales, trabaja como consultor.

Si tiene el hábito de pararse extremadamente cerca de la Zarina Alejandra (su colega) hasta el punto de que ella debe retroceder contra la pared, o si insiste en darle palmadas en la espalda baja al felicitarla, está cometiendo acoso físico.

Aunque él alegue ser "cariñoso" o "espiritual", la invasión del espacio físico de Alejandra sin su permiso es una violación de los límites profesionales.

LENGUAJE INAPROPIADO, APODOS Y COMENTARIOS SOBRE LA APARIENCIA

El acoso verbal es una de las formas más comunes y a menudo minimizadas. Incluye chistes sexuales, insinuaciones, preguntas intrusivas sobre la vida privada, comentarios sobre el cuerpo o la ropa, y el uso de apodos "cariñosos" (muñeca, cariño, guapo) que infantilizan o sexualizan al profesional.

Los silbidos y sonidos sugerentes también entran en esta categoría. El lenguaje no necesita ser explícitamente pornográfico para ser acoso; puede ser sexista o degradante.

Si Don Juan Tenorio se refiriera constantemente a sus compañeras de equipo no por sus nombres o títulos profesionales, sino como "mis bellezas" o hiciera comentarios sobre lo "sexy" que se ve Doña Inés con sus gafas nuevas durante una presentación financiera, estaría incurriendo en acoso verbal.

Estos comentarios desvían la atención de la competencia profesional de Inés hacia su apariencia física, socavando su autoridad y comodidad.

MATERIAL VISUAL OFENSIVO Y SU EFECTO EN EL ENTORNO

El acoso visual se refiere a la exhibición de imágenes, objetos o textos de naturaleza sexual en el lugar de trabajo.

Esto incluye pósters de desnudos, calendarios con modelos en poses sugerentes, salvapantallas inapropiados, o el envío de correos electrónicos y memes con contenido sexual.

No es necesario que el material se envíe directamente a la víctima; su simple exhibición en áreas comunes o visibles crea un ambiente ofensivo.

Imaginemos que el pintor Toulouse-Lautrec decora su cubículo en una firma de abogados con bocetos explícitos del Moulin Rouge.

Aunque él considere que es "arte", si estas imágenes son visibles para sus colegas y clientes, y resultan ofensivas o denigrantes para ellos, constituye acoso visual.

El derecho de Toulouse-Lautrec a la expresión personal termina donde comienza el derecho de sus compañeros a un entorno libre de sexualización no deseada.

RESUMEN

El acoso físico implica cualquier contacto no deseado, desde tocamientos supuestamente accidentales hasta agresiones directas, incluyendo la invasión agresiva del espacio personal o bloqueos de paso sin consentimiento de la víctima.

La modalidad verbal abarca chistes sexuales, insinuaciones, preguntas intrusivas sobre la vida privada y el uso de apodos que infantilizan o sexualizan al profesional, desviando la atención de su competencia laboral.

El acoso visual consiste en la exhibición de material ofensivo, como pornografía, memes sexistas o calendarios sugerentes en áreas comunes o digitales, generando un entorno degradante para los demás compañeros.