Mobbing (Acoso Laboral)

La estrategia del desgaste organizacional

El Mobbing o acoso laboral se define como una forma de violencia psicológica ejercida de manera sistemática y recurrente sobre un trabajador por parte de sus superiores (conocido como bossing), compañeros o incluso subordinados.

A diferencia de un conflicto puntual o una discrepancia profesional, el Mobbing es una campaña de destrucción planificada cuyo objetivo final es anular psicológicamente a la víctima para forzar su salida de la organización, a menudo para evitar el pago de indemnizaciones por despido improcedente.

Se trata de una "estrategia de goteo": no es un golpe único, sino una acumulación de hostilidades diarias que buscan desgastar la resistencia emocional del empleado hasta que este colapsa.

Las fases de la estigmatización

El proceso suele seguir una evolución escalonada. Comienza con una "Fase de Conflicto" derivada de roces, envidias profesionales o diferencias de criterio.

Si no se resuelve, evoluciona hacia la "Fase de Estigmatización", donde la víctima es etiquetada negativamente ante el grupo ("es conflictiva", "está loca", "no rinde").

En esta etapa se despliegan tácticas de aislamiento y sabotaje: se le aplica la "Ley del Hielo", se le oculta información vital para el desempeño de sus funciones o se le asignan tareas humillantes muy por debajo de su cualificación (o, por el contrario, objetivos imposibles para justificar su incompetencia).

El entorno laboral se convierte en una trampa donde cualquier movimiento de la víctima es utilizado en su contra para confirmar la etiqueta impuesta.

La traición institucional y el impacto vital

La fase final, o "Fase de Intervención", se caracteriza por la inacción o complicidad de la organización.

Lejos de proteger al trabajador, departamentos como Recursos Humanos o la dirección tienden a culpabilizar a la víctima, asumiendo que "algo habrá hecho" para merecer ese trato o acusándola de no saber integrarse en el equipo.

El impacto de esta traición es devastador, ya que ataca simultáneamente la identidad profesional y la supervivencia económica de la persona.

Al pasar gran parte del día en este entorno tóxico, el deterioro de la salud mental es rapidísimo, desarrollando cuadros severos de ansiedad, depresión y Estrés Postraumático (TEPT).

La recuperación suele requerir asesoría legal para defender derechos fundamentales y, casi invariablemente, la salida del entorno nocivo para detene