Errores Comunes y Manejo de la Relación

Evitación de Consejos y Juicios

Un error fundamental es confundir la psicoterapia con la consejería. Los psicólogos no dan consejos, pues esto implica asumir la responsabilidad de la vida del paciente; en su lugar, se brindan herramientas para que el paciente tome sus propias decisiones.

Asimismo, se debe mantener una postura objetiva, evitando emitir juicios de valor, críticas o regaños sobre las conductas del paciente, independientemente de que su sistema de creencias sea distorsionado; se trabaja desde el respeto a su realidad para buscar la modificación conductual o cognitiva.

Empatía vs. Identificación

La empatía no es "ponerse en los zapatos del otro", ya que es imposible vivir la experiencia ajena con la misma intensidad y contexto.

La empatía técnica es la capacidad de comprender y entender la situación del paciente desde su perspectiva.

Intentar igualarse al paciente diciendo "sé exactamente cómo te sientes" puede ser contraproducente y ofensivo, especialmente en situaciones traumáticas que el terapeuta no ha vivido, rompiendo el rapport.

Manejo del Lenguaje y Tecnicismos

El lenguaje debe ser accesible y claro. El uso excesivo de tecnicismos psicológicos puede confundir al paciente, hacerlo sentir ignorante o generar malentendidos sobre su condición.

El terapeuta debe "bajar" el nivel del lenguaje a uno coloquial y cercano, reservando la terminología técnica para informes o discusiones con colegas.

Además, se debe comprender el lenguaje del entrevistado, indagando el significado de neologismos o jergas propias de su contexto cultural para no perder información valiosa.

Resumen

Un error fundamental es confundir la psicoterapia con la consejería; el psicólogo no da consejos ni emite juicios de valor, sino que brinda herramientas para que el paciente decida.

La empatía técnica implica comprender la situación desde la perspectiva del paciente, evitando la identificación excesiva o frases como "sé cómo te sientes", que pueden resultar ofensivas y contraproducentes.

El lenguaje utilizado debe ser accesible y claro, evitando tecnicismos que confundan al paciente, y adaptándose a su nivel cultural para asegurar una comunicación efectiva y libre de malentendidos.