Extremos de la inteligencia. discapacidad intelectual y talento superior

Definiendo los Extremos de la Curva de Inteligencia

Al igual que la altura o el peso, la inteligencia se distribuye en una curva normal, donde la mayoría de las personas se encuentran en el centro.

Los extremos de esta curva representan, por un lado, a las personas con discapacidad intelectual, y por el otro, a aquellas con un talento superior.

Es importante entender que los sistemas de clasificación para aprendices excepcionales son a menudo arbitrarios y que las etiquetas pueden dañar el autoconcepto del estudiante.

Aproximadamente, un trece por ciento de los estudiantes en los Estados Unidos reciben algún tipo de servicio de educación especial para atender a sus necesidades únicas.

Los estudiantes que son superdotados y talentosos también se consideran excepcionales y pueden ser elegibles para programas especiales de enriquecimiento o aceleración.

La Discapacidad Intelectual: Criterios de Diagnóstico

En el extremo inferior de la curva encontramos la discapacidad intelectual, una condición del desarrollo que aparece antes de los dieciocho años de edad.

Para poder diagnosticar una discapacidad intelectual, la persona debe cumplir con dos criterios que son fundamentales y que deben ser evaluados por un profesional.

El primer criterio es un bajo funcionamiento intelectual, que se refleja en una puntuación en una prueba de inteligencia estandarizada de aproximadamente 70 o inferior.

El segundo criterio es que la persona debe tener dificultades significativas para adaptarse a las demandas normales de una vida que sea independiente.

Estas dificultades de adaptación se manifiestan en tres áreas clave: la conceptual (lenguaje), la social (habilidades interpersonales) y la práctica (cuidado personal y salud).

Las formas leves de discapacidad intelectual, al igual que la inteligencia normal, a menudo resultan de una combinación de factores tanto genéticos como ambientales.

El Talento Superior o Superdotación

En el otro extremo del espectro se encuentran los niños cuyas puntuaciones en las pruebas de inteligencia indican que poseen dones académicos que son extraordinarios.

Uno de los estudios más famosos sobre este tema fue el de Lewis Terman, quien en 1921 estudió a más de mil quinientos niños con CI superiores a 135.

Este estudio a largo plazo, que siguió a los participantes durante siete décadas, reveló que la mayoría de estos niños con altas capacidades prosperaban en la vida.

Características y Educación de los Superdotados

La investigación de Terman demostró que estos niños con puntuaciones altas eran, en general, saludables, estaban bien adaptados y solían tener mucho éxito académico.

La mayoría de los participantes en su grupo alcanzaron altos niveles de educación, convirtiéndose en doctores, abogados, profesores, científicos y escritores a lo largo de sus vidas.

En el sistema educativo, los programas para niños superdotados tienden a segregar a estos estudiantes en clases específicas para poder darles un enriquecimiento académico.

Sin embargo, los críticos señalan que esta práctica de agrupar por aptitud a veces puede crear una profecía autocumplida, tanto para los etiquetados como para los que no.