Tratamiento escalonado. un modelo progresivo para abordar la depresión

En el diseño de políticas sanitarias enfocadas en el cuidado psicológico, una de las estrategias más destacadas es la atención escalonada. Este modelo plantea una secuencia organizada de intervenciones clasificadas por su nivel de intensidad, con el fin de optimizar el uso de los recursos disponibles y asegurar respuestas proporcionales a las características del malestar detectado.

En lugar de aplicar tratamientos uniformes o iniciar siempre con soluciones intensivas, el sistema permite adaptar las acciones según la gravedad del cuadro clínico. La estructura escalonada favorece una intervención inmediata, incluso con recursos de bajo costo o de aplicación comunitaria, reservando los procedimientos más especializados para situaciones más complejas.

Niveles del enfoque escalonado

La lógica escalonada se distribuye generalmente en cinco etapas progresivas:

• Nivel 1: se orienta a la promoción del bienestar y la prevención. Incluye acceso a información sobre salud emocional, estrategias de autocuidado, actividades que fomentan el equilibrio psicosocial y métodos de orientación básica.

• Nivel 2: contempla respuestas desde el sistema de atención primaria. En este punto se incorporan evaluaciones iniciales, guías de autoayuda estructurada y breves procesos de acompañamiento.

• Nivel 3: implica un abordaje más profundo, como intervenciones psicoterapéuticas breves, evaluaciones clínicas más completas y el uso de plataformas digitales para el tratamiento psicológico estructurado.

• Nivel 4: se refiere al ingreso a servicios clínicos especializados, destinados a cuadros más persistentes o complejos. Aquí se desarrollan planes de intervención individualizados, atención en crisis y terapias integrales.

• Nivel 5: es el más intensivo, destinado a situaciones que requieren internación, tratamientos prolongados o dispositivos altamente especializados con coordinación interdisciplinaria.

Fortalezas del modelo

Este sistema permite distribuir los recursos de forma estratégica, brindando atención según la necesidad y evitando tanto la sobreintervención como el abandono terapéutico.

A su vez, facilita el acceso temprano al cuidado, lo que puede contribuir a una evolución clínica más favorable. La atención escalonada también incorpora herramientas de seguimiento y evaluación continua, lo que permite ajustar el nivel de intervención si el estado de salud cambia.

La clasificación de casos según intensidad promueve eficiencia en la asignación de profesionales y tecnologías, y permite una mejor organización del sistema sanitario.