Factores de riesgo en la depresión perinatal

La depresión perinatal es una condición compleja influenciada por múltiples factores de riesgo que pueden presentarse desde antes del embarazo, durante la gestación o en el periodo posparto. Reconocer estos factores es fundamental para una detección precoz y una intervención oportuna.

Antecedentes psiquiátricos personales y familiares

Uno de los factores de riesgo más importantes es la historia de trastornos mentales previos. Las mujeres con antecedentes de depresión, ansiedad o trastorno bipolar tienen entre un 70% y 90% de probabilidad de recaída si suspenden su tratamiento durante el embarazo. Asimismo, aquellas que ya han tenido una depresión posparto previa presentan un riesgo de recurrencia entre el 25% y 50%.

La historia familiar también juega un papel importante, especialmente si hay antecedentes de depresión perinatal en madres, hermanas o tías, lo que podría sugerir una vulnerabilidad genética y emocional compartida.

Factores gineco-obstétricos

En el ámbito obstétrico, diversas circunstancias pueden aumentar el riesgo de depresión. Entre ellas se incluyen complicaciones durante el embarazo o el parto, antecedentes de abortos espontáneos, pérdidas gestacionales, embarazos no planificados o embarazos de alto riesgo.

La presencia de condiciones médicas como preeclampsia, diabetes gestacional o parto prematuro también se asocian con una mayor probabilidad de desarrollar síntomas depresivos. Incluso la simple experiencia de haber recibido tratamientos de fertilidad puede ser emocionalmente demandante y predisponer a un estado de vulnerabilidad.

Factores psicosociales

Dentro de los factores sociales y emocionales, destaca especialmente el embarazo en la adolescencia, etapa caracterizada por importantes cambios físicos, psicológicos y sociales. Una adolescente embarazada transita simultáneamente por dos procesos de transformación —adolescencia y maternidad— que, superpuestos, incrementan la presión emocional.

La disfunción familiar, la falta de apoyo de pareja o de redes sociales, así como experiencias previas de trauma psicológico, abuso o violencia doméstica, también constituyen factores altamente relevantes.

Mujeres que viven en condiciones de pobreza, con bajo nivel educativo y en contextos sociales vulnerables, tien