Clasificación de los Trastornos Afectivos Perinatales

La depresión perinatal incluye episodios depresivos que pueden ocurrir durante el embarazo y prolongarse hasta el primer año después del parto.

Esta condición se caracteriza por un ánimo persistentemente deprimido, pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras, sentimientos de inutilidad, irritabilidad, cambios importantes en el sueño y apetito, además de dificultades para vincularse con el bebé.

A diferencia del Baby Blues, cuyos síntomas son leves y transitorios, la depresión perinatal tiene síntomas más intensos y prolongados que interfieren significativamente con la funcionalidad diaria de la madre, el cuidado del recién nacido, y afectan el desarrollo infantil y la estabilidad familiar.

Ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) en el contexto perinatal se caracteriza por preocupaciones excesivas, persistentes y difíciles de controlar relacionadas con el bienestar propio o del bebé.

Las madres con TAG experimentan inquietud constante, tensión muscular, dificultad para concentrarse, irritabilidad y alteraciones del sueño que sobrepasan la preocupación normal durante el embarazo y posparto.

Estas mujeres suelen tener dificultad para disfrutar su maternidad, debido al constante temor a que algo negativo pueda ocurrirles a ellas o al bebé.

Trastorno de pánico

El trastorno de pánico durante la etapa perinatal está definido por la aparición de episodios inesperados y recurrentes de miedo intenso acompañados de síntomas físicos como palpitaciones, dificultad respiratoria, sensación de mareo o pérdida de control.

En el embarazo y posparto, estos ataques pueden ser especialmente angustiantes, generando inseguridad sobre la capacidad para cuidar adecuadamente al bebé y afectando el bienestar general de la madre. Este trastorno puede conducir al aislamiento social y a evitar situaciones que las madres perciben como desencadenantes de crisis.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

El TOC perinatal se manifiesta con pensamientos obsesivos recurrentes, intrusivos y perturbadores, generalmente centrados en temores relacionados con causar daño involuntario al bebé o en la incapacidad para protegerlo.

Las madres pueden experimentar compulsiones en forma de rituales repetitivos, como revisar constantemente al bebé, lavar repetidamente objetos para prevenir infecciones, o buscar excesivamente información médica.

Estos síntomas generan una intensa angustia emocional y deterioran significativamente la calidad de vida, pudiendo afectar también la relación de la madre con su entorno familiar.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

El TEPT perinatal puede aparecer luego de experiencias traumáticas relacionadas con el embarazo o el parto, como complicaciones médicas severas, pérdidas perinatales o nacimientos prematuros.

Las madres afectadas reviven