Dieta carnivora y dieta cetogénica

Muchos consumidores de dietas bajas en carbohidratos suelen confundir la dieta carnívora y la dieta cetogénica, creen que es lo mismo con nombres diferentes o que sencillamente la dieta cetogénica es una variante ligera de la dieta carnivora.

Lo cierto es que nada está más lejano de la realidad. La dieta cetogénica y la dieta carnívora son muy diferentes, y aunque comparten ciertas similitudes, sus principios y hábitos alimenticios no son similares. A continuación veremos en qué radican estas diferencias y cómo podemos identificarlas.

Carbohidratos

La dieta cetogénica se centra en inducir el estado de cetosis en nuestro organismo mediante la baja ingesta de carbohidratos, la idea es que nuestro cuerpo sustituya a los carbohidratos como fuente de energía por las grasas. Como ya sabes, la dieta carnívora es intolerante a los carbohidratos, por lo que en principio esto es algo que comparten fuertemente ambas dietas.

No obstante a lo anterior, la dieta cetogénica cuenta con muchas variables al respecto. Esta, en sus diversas modalidades permite retomar la ingesta de carbohidratos al pasar unos días, y en otros casos no los elimina por completo, sino que rebaja su consumo notablemente. En cambio, la dieta carnívora termina por eliminar por completo los carbohidratos por considerarlos inútiles y dañinos para nuestra alimentación.

Dicho esto, hay diferencias en el consumo de carbohidratos entre la dieta cetogénica y la carnívora, la primera los disminuye o los cancela temporalmente para inducir la cetosis y la segunda los elimina por completo por considerarlos perjudiciales para nuestra salud.

Frutas y vegetales

Respecto al consumo de frutas y vegetales los carnivoros lo tienen muy claro, “Las plantas son veneno”. La dieta carnívora no concibe intrusión alguna de plantas en su plan de alimentación, para los carnivoros consumir plantas es extremadamente dañino para nuestra salud porque las consideran como el origen de muchas de las enfermedades actuales que el ser humano presenta. Amparan su tesis en que el hombre es por naturaleza carnivoro y que el consumo de plantas no es más que el resultado de la evolución tecnológica-agraria que ha derivado en el dominio del hombre sobre estas.

En cambio, los seguidores de la dieta cetogénica si contemplan el consumo de plantas. Las frutas son bien recibidas al igual que los vegetales, solo velan porque el contenido de lo que ingieren sea muy bajo en azúcar.

Flexibilidad de la dieta.

Otra diferencia muy notable entre ambas dietas es la notable flexibilidad que posee la dieta cetogénica respecto a la dieta carnivora.

La dieta cetogénica es técnicamente adaptable a cualquier persona. Se estima que existen más de 100 tipos de dietas cetogénicas. Si bien todas tienen el mismo fin, provocar la cetosis en nuestro organismo y de esta forma sustituir los carbohidratos por las grasas como fuente de energía, los modos de conseguir esto en cada variante pueden cambiar muchisimo. Podemos encontrar algunas que nos limitan el consumo de carbohidratos a cifras muy bajas, otras que lo eliminan por completo y algunas variantes que solo lo interrumpen temporalmente.

Variantes menos conocidas suelen atacar las frutas mientras que otras toleran casi cualquier alimento que sea bajo en carbohidratos. Así que si tu deseo es seguir comiendo carbohidratos pero adoptar este tipo de dietas, podrás encontrar alguna variable que se ajuste a tus gustos.

En el caso de la dieta carnívora las cosas están mucho más claras. A diferencia de la dieta cetogénica, en la carnívora no vamos a encontrar este tipo de variantes. Los fundamentos de la dieta carnívora son muy claros y no acepta flexibilización alguna. Cuando más, podrás encontrar recomendaciones como las que te hemos dado en otros temas, de reducir poco a poco el consumo de carbohidratos y no dejarlos en un día, para que no sientas abstinencias por los mismo, pero al final, tarde o temprano para ejecutar correctamente esta dieta tendrás que dejarlos por completo.