El Lenguaje Corporal: Coherencia entre lo Dicho y lo Expresado

La alineación entre el mensaje verbal y no verbal

Para que la comunicación sea verdaderamente impactante, no basta con alinear las palabras con el tono de voz; es fundamental que el lenguaje corporal también esté en perfecta sintonía con el mensaje verbal.

El cuerpo es un canal de comunicación tan poderoso como la voz, y cada gesto o postura envía una señal que puede reforzar o debilitar lo que decimos.

La situación más evidente de desalineación es cuando una persona afirma algo verbalmente, pero su cuerpo lo niega.

Un ejemplo clásico es alguien que dice "sí" mientras, de forma casi imperceptible, niega con la cabeza.

Esta falta de coherencia crea una fisura en el mensaje, enviando señales contradictorias que el interlocutor, consciente o inconscientemente, detectará de inmediato.

Las señales mixtas y la percepción inconsciente del receptor

Cuando nuestro lenguaje corporal contradice nuestras palabras, generamos lo que se conoce como "señales mixtas".

Lo más interesante de este fenómeno es que el receptor notará esta incongruencia, incluso si no tiene ninguna formación en la decodificación del lenguaje no verbal.

La persona sentirá que "algo no encaja" o que "hay algo raro" en la comunicación.

Es posible que no sepa identificar exactamente por qué siente esa desconfianza —si fue un microgesto, una postura cerrada o una mirada evasiva—, pero tendrá la sensación de que el mensaje no es del todo sincero.

Esta percepción, aunque sea a nivel subconsciente, es una reacción natural a la falta de coherencia y tiene un efecto inmediato y negativo sobre la credibilidad del emisor.

La importancia de proyectar credibilidad a través de la coherencia

La credibilidad de un comunicador reside en su capacidad para proyectar una coherencia total entre todos sus canales de comunicación.

Cuando las palabras, el tono de voz y el lenguaje corporal están perfectamente alineados, el mensaje se percibe como auténtico, honesto y digno de confianza.

Por el contrario, cuando existe una contradicción, el receptor se ve obligado a elegir qué mensaje creer, y la evidencia sugiere que casi siempre se le da más peso a las señales no verbales.

Para ser un comunicador creíble y persuasivo, es indispensable prestar atención consciente a nuestro cuerpo, asegurándonos de que cada gesto y cada postura refuercen activamente el mensaje que estamos expresando con nuestras palabras.

De este modo, se elimina cualquier espacio para la duda o la mala interpretación.

Resumen

Para que la comunicación sea impactante, es fundamental que el lenguaje corporal esté en perfecta sintonía con el mensaje verbal. El cuerpo es un canal tan poderoso como la voz, y cada gesto refuerza o debilita.

Cuando nuestro lenguaje corporal contradice nuestras palabras, generamos "señales mixtas" que el receptor notará, incluso si no tiene formación. La persona sentirá que "algo no encaja", generando una desconfianza a nivel subconsciente.

La credibilidad de un comunicador reside en su capacidad para proyectar una coherencia total entre todos sus canales de comunicación. Cuando existe una contradicción, el receptor casi siempre le dará más peso a las señales no verbales.