Importancia del lenguaje corporal

En el contexto del coaching de liderazgo y trabajo en equipo, modelar un comportamiento de comunicación efectivo es crucial, ya que la retroalimentación que se brinda a los coachees a menudo está relacionada con sus habilidades de comunicación. Por tanto, es esencial ser consciente de cómo nuestras acciones y lenguaje corporal promueven u obstaculizan la efectividad a nuestra comunicación.

A menudo, somos inconscientes de nuestras propias señales no verbales y cómo estas pueden ser percibidas por otros. No nos vemos a nosotros mismos como nos ven los demás. El papel del coach incluye aumentar la autoconciencia de los coachees al brindarles retroalimentación constructiva sobre su comportamiento. Aunque no se trata de cambiar radicalmente de ser una persona negativa a ser positiva, es posible hacer ajustes para mejorar la comunicación.

Reaccionamos a estímulos visuales tanto como a los verbales. Nuestra percepción no solo se basa en lo que escuchamos, sino también en lo que vemos en términos de lenguaje corporal. En el coaching, es fundamental desarrollar sensibilidad hacia estos aspectos. Convertirse en un buen observador de las señales no verbales de los demás es esencial para comprender mejor sus sentimientos y pensamientos.

Las posturas, gestos y comportamientos físicos influyen grandemente en cómo nos relacionamos con los demás. Por ejemplo, el lenguaje corporal puede hacer que un intercambio sea acogedor o intimidante. Un patrón de discurso lento y deliberado comunica amabilidad, mientras que uno rápido puede parecer más agresivo. Un lenguaje corporal abierto y orientado hacia la persona con la que hablamos crea un ambiente cálido y receptivo, mientras que uno cerrado puede generar reacciones defensivas.

Un coach debe ser consciente de su propio lenguaje corporal y también del de sus coachees. El lenguaje corporal puede ser una herramienta para invitar a la conversación y hacer que el cliente se sienta cómodo, valorado y abierto a las sugerencias. Las señales como el asentimiento, la inclinación hacia adelante y la sonrisa indican interés y apertura. Los gestos negativos, como apartarse o cruzar los brazos, pueden generar resistencia.

El coach puede utilizar la observación del lenguaje corporal para guiar las sesiones y generar un ambiente de confianza. Si el coachee se muestra cerrado o incómodo, el coach puede adaptar su enfoque para generar mayor apertura. La atención al lenguaje corporal permite al coach interpretar las respuestas del coachee de manera más completa y efectiva.

Aquí se exploran los aspectos clave del lenguaje corporal y que debes tener en cuenta para una comunicación efectiva en tu proceso de coaching:

• Comunicación no verbal: El lenguaje corporal comprende gestos, expresiones faciales, posturas, movimientos y tonos de voz. Estos elementos no verbales pueden comunicar emociones, actitudes y estados de ánimo precisos.

• Consistencia y congruencia: El lenguaje corporal debe ser congruente con las palabras habladas. Cuando hay coherencia entre el lenguaje verbal y no verba

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