Consejos por la convivencia positiva y contra el ciberbullying

Fomentar la Empatía Digital (La Persona tras la Pantalla)

La convivencia positiva online se construye sobre el mismo pilar que la convivencia física: la empatía.

Sin embargo, el "efecto de desinhibición online" (la distancia, el anonimato) hace que sea más fácil olvidar que al otro lado de la pantalla hay una persona real con sentimientos.

La primera labor de las familias es fomentar activamente la "empatía digital". Esto se logra mediante la conversación y la reflexión.

Se deben usar ejemplos cotidianos (un comentario hiriente en un vídeo, un meme burlón) para preguntar al menor: "¿Cómo crees que se siente la persona que recibe esto?", "¿Te gustaría que te lo hicieran a ti?", "¿Qué ganas tú haciendo daño a otro?".

Se debe insistir en la "regla de la abuela" o la "regla cara a cara": no escribas en internet nada que no te atreverías a decir en persona, en voz alta, delante de tu familia.

Promover la "Ciber-valentía" (El Rol del Defensor)

Una convivencia positiva no es solo la ausencia de agresión, sino la presencia de la defensa activa.

El ciberacoso prospera gracias al silencio de la mayoría (los observadores pasivos).

Se debe educar a los menores para que pasen de ser bystanders (espectadores) a ser upstanders (defensores o "ciber-valientes").

Ser un defensor no implica confrontar al acosador públicamente (lo que puede ser peligroso).

Implica no participar (no compartir, no dar "me gusta" al contenido ofensivo), reportar el contenido a la plataforma, apoyar a la víctima en privado ("Estoy contigo", "Eso que te ha dicho es mentira") y, lo más importante, informar a un adulto de confianza.

Se debe cambiar el estigma de "chivato" por el valor del "protector" o "ayudante".

El Diálogo como Herramienta de Detección

La mejor herramienta contra el ciberacoso es la prevención, y la mejor prevención es la detección temprana.

Esta solo es posible si existe un canal de comunicación fluido y sin juicios en la familia.

Los padres deben interesarse por la vida digital de sus hijos, no desde el control policial, sino desde la curiosidad genuina. "¿A qué juegas?", "¿Cuál es el último reto viral?", "¿Qué influencer te gusta?".

Si el menor comparte una preocupación ("Fulanito ha dicho algo feo en el grupo"), la reacción del adulto es clave.

Si se reacciona con pánico o castigo ("¡Salte de ese grupo ahora mismo!"), el menor no volverá a contar nada.

La reacc