La Capacidad de Cambio del Agresor

Eficacia de los Programas de Intervención

La pregunta más dolorosa y frecuente de las víctimas es: "¿Puede cambiar?". La respuesta profesional debe ser cautelosa y basada en evidencia.

La terapia de pareja tradicional está estrictamente contraindicada en casos de violencia, ya que otorga al agresor más información para manipular y suele silenciar a la víctima por miedo a represalias post-sesión.

Los únicos programas con cierta evidencia de éxito son los Programas de Intervención para Agresores (BIP, por sus siglas en inglés) especializados, que suelen durar años y se enfocan en la reeducación cognitiva, el desmantelamiento de privilegios y la asunción de responsabilidad, no solo en la "gestión de la ira". Sin embargo, las tasas de deserción son altas y la reincidencia es común.

El cambio real requiere una deconstrucción total de su personalidad y sistema de valores, un proceso doloroso y largo que pocos agresores están dispuestos a transitar voluntariamente sin la coacción de un mandato judicial.

Indicadores de Cambio Real vs. Manipulación

Es vital para la seguridad de la víctima distinguir entre un cambio genuino y la fase de "Luna de Miel" del ciclo de violencia.

Pedir perdón llorando, regalar flores, ir a la iglesia o prometer "nunca más" no son cambios; son tácticas de manipulación para evitar el abandono.

Un indicador de cambio real incluye: la admisión completa y detallada de los hechos sin minimizar ("te golpeé", no "tuvimos una pelea"), sin justificar ("estaba borracho/estresado") y sin culpar a la víctima ("me provocaste").

El cambio verdadero implica respetar los límites de la víctima (incluso si su decisión es terminar la relación), aceptar las consecuencias legales y sociales sin resistencia, y mantener una conducta respetuosa y no violenta a lo largo del tiempo, incluso en momentos de conflicto o estrés, sin esperar "premios" o reconocimiento por comportarse como un ser humano decente.

Resumen

La terapia de pareja está contraindicada en casos de violencia, pues facilita la manipulación. Solo los programas especializados de intervención (BIP) enfocados en reeducación cognitiva tienen cierta evidencia, aunque la deserción es alta y el proceso dura años.

Es crucial distinguir el cambio real de la fase de "Luna de Miel". Promesas, llanto y regalos son tácticas para evitar el abandono, no cambios genuinos de personalidad ni de sistema de valores.

Un cambio verdadero implica admitir los hechos sin minimizarlos ni culpar a la víctima. Requiere respetar los límites, incluso la ruptura, y mantener una conducta no violenta en el tiempo sin esperar premios por comportarse decentemente.