Estructura tu discurso

Es importante seguir una estructura definida al preparar un discurso para evitar tener que improvisar y aumentar la probabilidad de lograr el resultado deseado. Una buena organización es esencial para alcanzar el objetivo del discurso y abordar situaciones inesperadas con éxito.

La planificación adecuada del discurso es crucial para guiar al orador en la elaboración y ejecución del mismo. Esto permite identificar los puntos importantes en los que se debe enfocar o cambiar de tema.

¿Sobre qué base partimos?

¿Sobre qué tema te gustaría hablar? Antes de comenzar nuestro discurso, es recomendable definir el contexto para que los demás puedan comprender las directrices que desarrollaras.

El contexto es la base sobre la que se desarrolla el tema y las ideas principales. Por ejemplo, si nuestro discurso trata sobre el cuidado y protección de nuestros hijos, podríamos comenzar diciendo: ‘Como padres, es común experimentar momentos de incertidumbre en los que no sabemos cómo actuar con nuestros hijos’.

De esta manera, se establece el contexto y se generan expectativas en el público sobre el tema a tratar: la educación de los hijos.

¿Cuál es la situación problemática?

En este contexto, al abordar el tema de la educación de los hijos, es importante tener en cuenta el objetivo que se persigue. ¿Qué necesidad se busca satisfacer al analizar este tema? Al reflexionar sobre estas preguntas, podemos darnos cuenta de que nuestro deseo es inculcar valores como la obediencia, el respeto y la disciplina.

Una vez que hemos identificado nuestra meta, el siguiente paso es tomar consciencia de las acciones que podemos llevar a cabo para lograrlo. A menudo, esta tarea puede resultar frustrante. En este ejemplo, nos centramos en la educación en valores, pero tú tienes la libertad de elegir cualquier otro objetivo que desees alcanzar.

¿Cuál es el objeto de atención?

Al preparar un discurso, es importante considerar el objetivo y las acciones necesarias para lograrlo, así como también:

• Lograr una comunicación provechosa.

• Garantizar una mayor conexión con el público.

• Adaptar el objeto de atención, es decir, el tema a tratar, a las necesidades de cada una de las personas que están escuchándote.

• Planificar las circunstancias y los recursos disponibles para lograr el objetivo deseado.

¿Conozco a mi audiencia?

Al planificar la utilización de los recursos disponibles y crear las condiciones necesarias, es importante tener en cuenta la necesidad de generar interés y motivación en tu público. Para lograrlo, es recomendable recopilar información sobre ellos. A continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones a tener en cuenta:

• Busca referencias en internet sobre su edad, cultura, género, ocupación y necesidades.

• Realizar entrevistas o encuestas es una forma directa de conocer a tu público.

• Analiza los comentarios y publicaciones en redes sociales relacionadas con el tema que tratarás.

Resultados: ¿Cuáles fueron los resultados del proceso de investigación? Al tener esta información clara, podremos decidir qué medidas tomar para orientar nuestro discurso en función de lo que nuestra audiencia sabe, desea y necesita. Es importante, además, considerar otros criterios y puntos de vista para tener una visión más completa del tema.

Ten en cuenta que tu opinión está limitada por tu propia experiencia y observaciones. Para ampliar tu comprensión y tener más margen de acción al comunicarte con las personas, es fundamental seguir investigando, incluso si ya tienes un cierto nivel de conocimiento.

Reflexionando: Posteriormente reflexiona:

• ¿Qué conocimientos has obtenido durante tu investigación?

• ¿Puedes medir el progreso o evolución en ti mismo?

• Antes de recomendar algo a tu público, es necesario que hayas reflexionado sobre las características e importancia de tu discurso.

• De esta manera, tu mensaje no sonará falso o hipócrita y será bien recibido por todas las personas.

• Si compartes un descubrimiento o conocimiento que hayas obtenido durante el análisis del tema, resultará más creible y motivador, ya que tú mismo estarás motivado.