Enfatiza las ideas principales

Elaborar un discurso es una tarea compleja, sobre todo a la hora de establecer una serie de ideas principales y mensajes a transmitir durante nuestra ponencia. Mientras más larga sea nuestra exposición, más tentados nos veremos a abordar un mayor número de elementos que pueden no relacionarse o incluso llegar a ser contradictorios entre sí. El eje de un discurso debe girar sobre las ideas principales de este. Estas ideas deben ser concisas, claras y previamente definidas. El espacio para la improvisación es muy limitado durante nuestra exposición, al menos que ya contemos con una gran experiencia que nos permita hacer uso de este recurso con facilidad.

Con el objetivo de no perder la esencia de nuestro discurso y comenzar a derivar en elementos de poca importancia, es importante aprender a enfatizar en las ideas principales de nuestra ponencia. Durante el desarrollo de la presente sesión, estaremos abordando un poco más este tema, donde analizaremos la importancia de saber remarcar las ideas centrales de nuestro discurso.

¿Cuántas ideas principales debe tener mi discurso?

Respecto a la cantidad de ideas principales que debe tener un discurso, podemos encontrar variadas opiniones. Algunos oradores creen que una ponencia solo debe contener una idea principal, siendo justamente este el motivo por el cual usamos el adjetivo de principal. De esta idea principal se pueden derivar varias ideas complementarias. Si bien este criterio tiene una base lógica, creemos que un discurso puede tener más de una idea principal. Nada impide que dentro de una misma ponencia se aborden varios conceptos de igual jerarquia e importancia. Estos conceptos pueden relacionarse o no, sin llegar a afectar la esencia de la temática del discurso.

Como recomendación, defendemos el criterio de abordar hasta un máximo de tres ideas principales. Tratar muchas ideas esenciales, dentro de un mismo discurso, si bien no es imposible, será extremadamente complejo de manejar. Cuando nos centramos en dos o tres ideas centrales, es más probable que estas causen un mayor efecto en la audiencia y que por ende, el mensaje sea mejor percibido.

Enfatizar las ideas: No basta con tener previamente concebidas cuáles serán nuestras ideas principales. Si no somos capaces de enfatizar estas ideas, lo más probable es que se genere confusión entre los oyentes. La audiencia, de no lograr definir cuáles son los puntos claves de tu discurso, va a tender a relacionarlos, confundirlos u obviar alguno por considerarlo complementario. Para enfatizar las ideas principales de nuestro discurso, podemos apoyarnos en la parte introductoria del mismo.

Durante la introducción, podemos aprovechar el espacio para remarcar cuáles serán los puntos que abordaremos, haciendo un breve resumen de los mismos. En caso de que hagas uso de presentaciones en diapositivas, puedes optar también por resaltar estas ideas en las diapositivas de Power Point.

Ideas complementarias: Una idea complementaria es un elemento de tu ponencia que se desprende de una de las ideas principales. La diferencia entre una idea principal y una secundaria, se encuentra en que la idea secundaria dependerá inequivocamente de la preexistencia de la idea principal. Si eliminamos una de las ideas principales de nuestro discurso, el resto de las ideas principales no se verán afectadas, ya que estas gozan de su propio contenido y espacio. La eliminación de una idea principal, hará desaparecer a las ideas secundarias que se desprenden de esta.

Se entiende que este puede ser un tema confuso y es por ello que debemos trabajar para que la audiencia sea capaz de distinguir con facilidad cuáles son los mensajes centrales de nuestro discurso y cuáles son aquellos que complementan y armonizan, sin llegar a ser parte de los objetivos centrales a abordar.