Cómo presentar un discurso ante un público indeterminado

Una de las recomendaciones básicas antes de comenzar a elaborar un discurso, es identificar la audiencia hacia la que va dirigido. Tener nociones básicas sobre quién será nuestro público, nos permite adecuar el lenguaje y contenido que utilizaremos en nuestra presentación. No es lo mismo exponer ante personas expertas en el tema que vamos a tratar, que hacerlo ante personas que no conocen o solo tienen nociones básicas sobre el mismo.

En algunas ocasiones, identificar a la audiencia puede resultar complejo o imposible. Esto se debe a que existen escenarios que se conforman por una pluralidad de espectadores, donde confluye una audiencia muy genérica. En estos casos, pueden surgir dudas acerca de cómo manejar nuestra presentación, para que la misma se adapte a los niveles de conocimiento de los presentes.

Durante el desarrollo de la siguiente sesión, estaremos llevando a cabo una serie de recomendaciones para elaborar un discurso ante una audiencia indeterminada. Esto te resultará de utilidad para los momentos en que te es muy difícil prever quiénes serán los espectadores de tu ponencia.

El uso de preguntas: Una vez que nos presentamos ante nuestra audiencia, debemos decidir cómo llevaremos a cabo la exposición, de forma tal que esta satisfaga los intereses generales de la misma. Cuando nuestro lenguaje es excesivamente avanzado o muy técnico para el nivel que posee el público, este no podrá comprender el mensaje y por ende no se cumplirá el objetivo de la presentación.

De igual manera, si la audiencia cuenta con un grado de preparación superior y aquello que comunicamos resulta muy básico para esta, nuestro discurso será aburrido y poco útil para los presentes.

Una forma sencilla de comprender e identificar el nivel de los espectadores, es comenzar nuestra ponencia realizando algunas preguntas elementales sobre el tema a tratar. Si notas que el público responde con facilidad, eleva el grado de complejidad de las preguntas para medir hasta dónde llegan los conocimientos generales de la audiencia.

Cuando dominas bien los temas que pretendes abordar durante tu presentación y tus habilidades comunicativas son las adecuadas, podrás adaptar con facilidad el nivel de tecnicismo que utilizarás para que tu mensaje sea entendible para todos.

Introducir el tema desde los elementos básicos: Si realizando las preguntas generales a la audiencia, aún no consigues identificar el nivel de conocimiento general de la misma, puedes exponer tu discurso introduciendo el tema desde los elementos más básicos.

Cuando aumentamos la complejidad del mensaje, de forma progresiva y escalonada, es más probable que la mayoría de los presentes puedan seguir el hilo del discurso y asimilen la mayor cantidad de información posible.

Es normal que algunas personas no logren adaptarse a los niveles más altos o que por el contrario, les resulten aburridos los elementos introductorios del discurso. No obstante, tu interés como orador es llegar a la mayor cantidad de oyentes posible.

Repasar los puntos abordados en el discurso: Próximo a terminar tu discurso, tómate unos minutos para resumir cuáles han sido los puntos más importantes abordados durante la presentación. Este breve resumen ayudará a tu audiencia a entender aquellos elementos que no han podido asimilar durante la presentación. El resumen debes hacerlo con un lenguaje simple y de fácil comprensión. El objetivo es que aquellos que no hayan podido seguir el hilo de tu discurso, puedan llevarse la idea esencial del mismo y recibir la información más importante.

Elaborar un discurso para una audiencia indeterminada es una tarea bastante compleja. Es por ello que debes tratar de incorporar algunas de estas técnicas, con el fin de que esta reciba un mensaje útil y satisfactorio para sus intereses.