Comunica ideas de interés para tu audiencia

El objetivo principal de todo discurso, es comunicar ideas que sean del interés general de la audiencia. En muchas ocasiones nos encontramos con temas que nos apasionan y que deseariamos desarrollar mediante una ponencia. Esto puede conllevar a que terminemos elaborando un discurso que no sea de interés general y por ende no cuente con la aceptación que deseamos. El arte de todo buen comunicador, está en saber percibir cuáles son los deseos y reclamos de su público.

Aprender a identificar estos intereses es fundamental a la hora de laborar discursos atractivos y que sean recordados por todos los presentes. Para ello, debemos balancear nuestros gustos personales con las expectativas de nuestra audiencia, transmitiendo un mensaje atractivo y ameno para esta.

Durante el desarrollo de la presente sesión, estaremos abordando algunos de los aspectos más relevantes vinculados con este tema. De esta forma, buscamos resaltar la importancia de crear nuestros discursos pensando en el interés general y no solo en nuestros gustos personales. Esto te resultará de utilidad si deseas perfeccionar tus ponencias para que sean del agrado de tu audiencia.

Alinear los gustos personales con el interés general: Cuando tomamos una línea de pensamiento y la estructuramos en un mensaje que será transmitido a través de un discurso público, nuestros gustos personales pasan a ocupar un segundo plano. No es lo mismo escribir para nosotros que hacerlo para otras personas.

Elaborar un discurso atractivo conlleva el mismo proceso que el de vender un producto cualquiera. Lo primero que se debe hacer antes de vender un producto es pensar si este satisface el interés de los consumidores hacia los que va dirigido. Dicho esto, no resulta lógico que te centres en lo que a ti te gustaría escuchar, sino en lo que tu público desea consumir y las necesidades que este busca satisfacer.

En todas las esferas donde la comunicación actúa, ya sea entretenimiento, publicidad, ciencia, información, etc., los oradores que mejores resultados obtienen son los que logran entender el sentimiento general de su público.

¿Quiénes son los que consumen este tipo de temáticas y qué necesidades buscan satisfacer? Comienza por responder estas simples interrogantes antes de comenzar tu discurso.

Nada de lo que hemos expresado anteriormente significa que tus gustos y pasiones no deban ser tomadas en cuenta. Es por ello que te motivamos a encontrar puntos de conexión entre lo que realmente te gustaría comunicar y aquello que desea recibir tu audiencia. Si logras conducirte dentro de un plano comunicativo que alinee con eficacia estos dos elementos, de seguro podrás ser más efectivo en tus mensajes.

¿Por qué debo tener en cuenta mis gustos personales?

Al analizar lo que hemos expresado mediante esta sesión, pudiéramos llegar a pensar que lo mejor sería dedicarnos enteramente a satisfacer el interés de la audiencia. Esto resulta lógico ya que cuando elaboramos un discurso, nuestro deseo principal es que el mismo sea atractivo y de utilidad para todos los que nos escuchan. No obstante, es válido resaltar que exponer un discurso también requiere de que podamos identificarnos e implicarnos con él.

Si no abordamos temas que sean de nuestro interés, difícilmente podremos transmitir un buen estado emocional y conectar de forma eficaz con el público.

Céntrate en balancear ambos intereses, el de la audiencia y el tuyo. De esta forma podrás sentirte a gusto mientras que satisfaces las inquietudes y necesidades de aquellos que te escuchan. Cuando te esfuerzas por elaborar un discurso que sea ameno y atractivo para todos, mientras te sientes complacido con la temática que estás tratando, es más sencillo que te puedas expresar con naturalidad y que tu desenvolvimiento durante la presentación genere mayor impacto entre la audiencia.