Claridad y Concisión vs. Comunicación Efectiva

Si bien la claridad y la concisión son importantes, el objetivo final de tu comunicación en una entrevista es ser efectivo: asegurarte de que tu mensaje llegue, sea comprendido y deje una impresión positiva y memorable.

A veces, ser demasiado breve puede ser contraproducente.

Evitar la jerga excesiva o lenguaje demasiado formal/robótico

Aunque es una situación profesional, evita usar un lenguaje excesivamente formal, técnico (jerga) o que suene memorizado.

No intentes impresionar con palabras rebuscadas; usa un lenguaje simple y directo, como lo harías en una conversación normal.

Un lenguaje demasiado formal o lleno de clichés puede hacerte sonar poco auténtico, robótico o como si estuvieras leyendo un guion, lo cual dificulta la conexión.

Ser conversacional y natural

Busca un tono conversacional y natural. Habla como una persona real, no como un texto escrito. Utiliza contracciones ("no voy a" en lugar de "no voy a") y frases cortas.

No te obsesiones con encontrar la palabra "perfecta"; usa la palabra sencilla que te venga a la mente.

Enfócate en transmitir tus ideas de forma clara y relajada.

El objetivo es comunicar, no solo ser breve (Evitar respuestas monosilábicas)

A menudo, los candidatos, especialmente si están nerviosos, tienden a dar respuestas demasiado cortas por miedo a equivocarse o divagar.

Sin embargo, el objetivo no es simplemente responder la pregunta lo más rápido posible.

Tu meta es comunicar tu valor y dejar una impresión memorable.

Respuestas muy breves (monosílabos o frases de 5-10 segundos) raramente logran esto; pueden parecer evasivas o superficiales.

Encontrar el equilibrio: Dar suficiente detalle sin divagar

La clave está en encontrar el equilibrio.

No tengas miedo de expandir tus respuestas para dar contexto, incluir ejemplos concretos (historias STAR) y conectar tu experiencia con las necesidades de la empresa.

Una respuesta de 40 segundos bien estructurada suele ser más efectiva que una de 10 segundos.