El Espectro de la Comunicación

El Espectro de la Comunicación es un modelo que nos ayuda a entender los diferentes estilos de interacción humana, que van desde el abuso hasta la apreciación, con el diálogo cotidiano en el medio.

Este modelo es una herramienta valiosa para identificar las formas de comunicación no saludables que a menudo se trivializan, pero que pueden dañar permanentemente nuestras relaciones.

Ser conscientes de dónde nos situamos en este espectro nos permite tomar decisiones informadas sobre cómo queremos interactuar con los demás y qué comportamientos queremos cambiar en nosotros mismos.

La importancia de ser consciente del estilo de comunicación

A menudo, no somos conscientes de la toxicidad de nuestras propias relaciones, ya sea en el trabajo o en casa.

El Espectro de la Comunicación nos obliga a reflexionar sobre si recomendaríamos nuestras relaciones a alguien que amamos, y si la respuesta es no, nos hace preguntarnos por qué toleramos patrones destructivos.

El abuso verbal, por ejemplo, es una forma insidiosa de control que a menudo se normaliza.

Ocurre a puerta cerrada y erosiona gradualmente la autoestima de la víctima, quien puede llegar a creer que ese trato es normal.

El abuso verbal y el cambio de enfoque

El abuso verbal se manifiesta de muchas formas, desde insultos directos hasta comentarios sarcásticos que buscan menospreciar a la otra persona.

Lo que define el abuso no es la forma, sino la intención: desviar la atención del problema central para atacar a la persona, con el fin de ejercer control sobre ella.

En lugar de tener una conversación sobre un problema, el abuso verbal transforma el diálogo en una lucha de poder.

El Espectro de la Comunicación nos ayuda a identificar estos patrones y a entender que, para mejorar nuestras interacciones, debemos elegir una comunicación que nos haga sentir bien con nosotros mismos y con los demás.

Resumen

El Espectro de la Comunicación es un modelo que nos ayuda a entender los diferentes estilos de interacción. Nos permite identificar formas de comunicación poco saludables que pueden dañar permanentemente las relaciones. Ser conscientes de nuestro estilo nos ayuda a tomar mejores decisiones.

A menudo no somos conscientes de la toxicidad de nuestras propias relaciones. El abuso verbal, por ejemplo, es una forma de control que se normaliza y erosiona la autoestima de la víctima.

El abuso verbal transforma el diálogo en una lucha de poder. Para mejorar nuestras interacciones, debemos elegir una comunicación que nos haga sentir bien con nosotros mismos y con los demás.