La autoridad en los negocio

El diccionario de Oxford Languages describe autoridad como: facultad o derecho de mandar o gobernar a personas que están subordinadas.

La autoridad es una figura polémica. Aceptamos y acatamos lo que la persona a la que se le ha concedido la autoridad nos dice u ordena, pues se supone que son idóneos para ocupar ese cargo, y está respaldado además por el sistema y la sociedad en que vivimos.

En los negocios y en el ambiente empresarial no es diferente. La autoridad en los negocios permite que prevalezca el orden, agiliza los tiempos de respuesta, permite que se consigan metas y objetivos con eficiencia y eficacia, y hace que se cumplan las normas. Ejercerla adecuadamente se traduce en mayor productividad y rendimiento de sus empleados y por lo tanto en el avance del negocio. Aunque el poder de la autoridad generalmente está en el cargo o la función y no en el individuo, el éxito o el fracaso se reducen a la persona que lo ocupa.

Encuentra tu definición de autoridad

Estamos acostumbrados a lidiar con la autoridad desde que nacemos en todos los ámbitos de nuestra vida. Nuestra relación con la autoridad está influenciada en gran medida por nuestras vivencias y nuestras experiencias pasadas. Y no todas son buenas. Un padre demasiado exigente, un profesor terrible, o un jefe incapaz y prepotente, entre otras posibles.

Al igual que con el poder, los emprendedores que crean nuevos negocios o los directivos de empresas deben encontrar su propia definición de autoridad y si es necesario, reconciliarse con ese concepto y comenzar a pensar ¿Qué tipo de autoridad quiero ser? ¿Cómo quiero que me perciban en mi vida y en mi negocio? ¿Cómo quiero relacionarme con mis clientes?

Quizás lo que tú consideres como normal gracias a tu crianza y educación no sea productivo en el contexto actual. Es buena idea revisar este aspecto. Qué te agrada o disgusta de las autoridades de tu vida y que comportamientos te interesa replicar o eliminar. Analiza cómo te está funcionando tu enfoque. Pregunta directamente a las personas a tu alrededor cómo te ven y cómo se sienten contigo. ¿Te perciben como jefe? ¿Qué tipo de jefe? ¿Te consideran un líder?

A veces nos encontramos repitiendo comportamientos y frases de personas a las que en su momento no consideramos un buen modelo de autoridad. Sueno como… estoy haciendo lo mismo que…

Es un buen momento para reflexionar e intentar ajustar el rumbo. Por eso es importante que definas tu concepto ideal de la autoridad que quieres ser, o a la que te gustaría obedecer.

Este ejercicio te servirá para mejorar la conexión con tus clientes, tus pares y tus empleados si los tienes. Incluso si no manejas un equipo de trabajo aún y eres un consultor independiente.

Solo tú puedes decidir qué tipo de autoridad serás y cómo quieres que te perciban colegas, subordinados y clientes.

Importancia de autopercibirte como autoridad.

Hay emprendedores que no les gusta la responsabilidad que conlleva ser una figura de autoridad y sufren con la idea de contratar un equipo de trabajo aun cuando es imprescindible para que su negocio crezca. Quizás han estado en el rol de subordinado la mayor parte de su profesión y no estén acostumbrados a mandar o delegar, o no tienen una buena experiencia con la dinámica superior-subordinado. No se sienten capacitados para afrontar ese reto. Pero les toca.

Aunque trabajen como un consultor o asesor independiente. Ya sea con clientes, con grupos o subcontratados por otras empresas, siguen siendo el dueño de su negocio y la autoridad en su área, y como tal debe comportarse.

Siempre va a haber alguien que cuestione nuestra autoridad y es fundamental saber cómo vamos a reaccionar a este estimulo.

Obviamente no se trata de ser déspota o autoritario. Se trata de irradiar confianza y seguridad en tus capacidades y habilidades. De ser responsable con tus acciones y realmente personificar el tipo de autoridad o líder que quieres ser. Cuando logras esto las personas se percatan automáticamente y te conviertes en una influencia positiva para ellos con la que quieren relacionarse, no solo subordinarse porque no tienen más remedio.

Superar las barreras autoimpuestas no es tarea fácil. Un comienzo lento con cambios sutiles sobre la marcha puede ser lo mejor. Un buen proceso de coaching puede ayudar a estos emprendedores a llegar más rápido, esta es una de las razones de que sea un servicio altamente demandado en las empresas para mejorar el desempeño de lideres y ejecutivos en altos cargos.

El desempeño de la autoridad es algo que también los propios coaches deben analizar y autoevaluar en si mismos cada cierto tiempo pues los clientes cuentan con ellos para que los guien con respeto y empatía hacia una meta común.

Tipos de autoridad

Existen varios tipos de autoridad, entre las más relevantes en los negocios podemos encontrar:

• Formal: Es la autoridad que viene con el cargo o la función que realizan. Es operativa y práctica pues vela por el cumplimiento de las tareas. Las personas pueden sentirse obligadas a seguirla.

• Personal: Las personas que tienen esta autoridad suelen ser lideres, poseen cualidades que inspiran respeto y admiración y eso hace que el resto siga sus indicaciones.

• Técnica: Está dada por el conocimiento que la persona posee en determinada área y su capacidad para transmitirlo. Las personas confian en lo que dice y se dejan guiar.

En el marketing online es recomendable que los emprendedores y negocios trabajen para convertirse en una autoridad en su área. Una autoridad que inspire confianza y simpatia, que sea líder de opinión y que demuestre un conocimiento profundo del tema que aborda. Esto eleva el prestigio de la persona o negocio. Mediante publicaciones con contenido especializado de calidad para un mercado bien definido, se consigue credibilidad y posicionar el negocio tanto en la mente de las personas como en los buscadores online. Es una estrategia muy efectiva para ganar visibilidad y clientes.

Consejos para desempeñar un rol de autoridad

Entre los beneficios de la autoridad en un negocio está que se cumplan las tareas sin interrupciones ni enfrentamientos innecesarios entre las partes, lo que agiliza enormemente la gestión. Algunos tips que pueden ayudarte a desempeñar este rol son:

• Dar un espacio y crear las condiciones para que las personas saquen lo mejor de ellos.

• No ser muy duro contigo mismo.

• Adapta el estilo de mando a cada empleado.

• Evita comportamientos que incomoden o irriten a tus subalternos y colegas.

• Alinea tus valores con tu estilo de mando.

• Practica la escucha activa y comunicate claramente.

• Constante formación para desarrollar las competencias que requiere tu función.

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