Señales de advertencia de que un niño/a esta acosando a otros por internet

Secreto Digital y Comportamiento Evasivo

Una de las señales de alerta más claras es un cambio en cómo el menor utiliza la tecnología, virando hacia un secretismo extremo.

Si el niño cierra bruscamente las ventanas del ordenador o la aplicación del móvil cuando un adulto entra en la habitación, o si de repente establece contraseñas en dispositivos que antes eran de acceso libre, es un indicador de que está ocultando activamente su actividad.

Este comportamiento evasivo suele ir acompañado de una actitud defensiva o de enfado si se le pregunta con quién habla o qué está haciendo.

También es común un aumento desproporcionado del tiempo de conexión, a menudo en horarios nocturnos.

El menor puede parecer obsesionado con sus conversaciones o con revisar constantemente las notificaciones.

Si se le retira el dispositivo como consecuencia, su reacción puede ser de ira desmesurada, no porque pierda el ocio, sino porque pierde el control de la situación de acoso que está perpetrando.

Esta necesidad de control sobre sus dispositivos se vuelve una prioridad absoluta.

Cambios Actitudinales y Emocionales

El ciberacoso también se manifiesta en el carácter del menor. Es frecuente observar un aumento de la agresividad verbal o del sarcasmo en el entorno familiar, replicando las conductas que utiliza online.

Puede mostrar una marcada falta de empatía ante el sufrimiento ajeno, ya sea en las noticias, en películas o en situaciones reales, justificando la crueldad o minimizándola bajo la excusa de "es solo una broma" o "se lo merecía".

Paradójicamente, el menor puede experimentar un aumento repentino de "popularidad", recibiendo constantes mensajes, notificaciones y risas cómplices de un grupo reducido de seguidores.

A menudo, el agresor crea múltiples cuentas o perfiles anónimos; descubrir que su hijo utiliza identidades que no son la suya es una bandera roja.

El menor puede parecer exultante o poderoso tras usar el móvil, disfrutando de la sensación de dominio que le proporciona la agresión digital y la aprobación de sus "refuerzos".

Resumen

Un niño que ciberacosa mostrará un gran secretismo con sus dispositivos, cerrando pantallas y protegiendo sus chats. Se volverá evasivo sobre su vida digital y se molestará si se le pregunta

A nivel actitudinal, puede mostrar una falta de empatía, reírse de la desgracia ajena o usar un lenguaje agresivo. Puede tener varias cuentas anónimas o justificar sus actos como "bromas"

Los padres también pueden notar un aumento en su popularidad (basada en el miedo) o que recibe muchos mensajes/notificaciones que le hacen sonreír de forma cómplice, ocultando el contexto