¿cómo deben ser una sesión de coaching?

¿cómo deben ser una sesión de coaching?

El desarrollo de una sesión de coaching depende en gran medida de las características individuales y las particularidades metodológicas de cada coach. Cada coach tiene su propio método de trabajo, ya sea el que le ha proporcionado los mejores resultados o el que se adapta más fácilmente a sus habilidades. Sin embargo, hay una serie de parámetros fundamentales que deben considerarse para llevar a cabo una sesión de coaching exitosa.

En esta guía, abordaremos algunos elementos esenciales que debes tener en cuenta para realizar tus sesiones de coaching de manera efectiva, asegurando resultados positivos en la interacción con tus clientes.

Los primeros encuentros son para el reconocimiento

Muchos coaches cometen errores en los primeros encuentros con sus clientes, generalmente relacionados con la falta de distinción entre una sesión de reconocimiento y una sesión dedicada a abordar la problemática específica. Al enfrentar a un cliente por primera vez, es crucial cuidar la comunicación establecida y procurar que esta sea lo más cercana posible. Es fundamental generar un ambiente de confianza, donde prime la honestidad y el cliente se sienta seguro para exponer su situación con total franqueza.

La sesión de reconocimiento es el momento adecuado para que tanto el cliente como el coach establezcan una relación de complicidad, lo que permitirá al coach identificar los problemas de manera clara y formar un perfil del cliente lo más preciso posible. Asimismo, esta sesión brinda el espacio necesario para que el cliente se abra de manera espontánea, sin temor a ser revictimizado o a sentirse intimidado por la autoridad del coach.

Escuchar con interés

Una sesión de coaching no debe convertirse en un monólogo en el que el coach solo se limite a compartir sus experiencias. Todo coach que maneje sabiamente sus sesiones comprende que una fase crucial es escuchar a sus clientes y proporcionarles el espacio necesario para que puedan expresar claramente sus ideas. A través de la escucha activa, el coach se nutre y retroalimenta sus métodos y acciones para abordar la problemática específica.

Trabajar para el beneficio del cliente requiere una participación activa de este en las tareas a desarrollar; por eso, la relación que se establece entre el coach y el cliente es esencial para lograr resultados efectivos.

Elaborar estrategias adaptadas al perfil del cliente

No todas las estrategias son efectivas para todas las personas. Por eso, las sesiones de reconocimiento son tan importantes para el desarrollo de las futuras sesiones, ya que nos permiten construir un perfil del cliente lo más certero posible. Este perfil es útil para proponer estrategias efectivas, dado que las recomendaciones y acciones a realizar deben adaptarse a las características particulares del cliente; solo así garantizamos que puedan llevarse a cabo sin factores externos que lo impidan.

No tiene sentido sugerir a un cliente que libere el estrés acumulado por un problema mediante la toma de vacaciones si hemos identificado previamente que no puede permitirse ausentarse de su trabajo en este momento. Quizás una alternativa más adecuada sería realizar actividad física por las tardes, al finalizar su jornada laboral.

Este sencillo ejemplo ilustra lo crucial que es ajustar nuestras estrategias al perfil particular del cliente.