Reglas para Formular Preguntas Conductuales
Introducción: La Clave de la Formulación
Las preguntas conductuales, o basadas en el comportamiento, son las herramientas preferidas por los entrevistadores experimentados.
Son la forma más eficaz de abrir un "embudo de preguntas" y comenzar a recabar evidencia real sobre el desempeño de un candidato.
Sin embargo, la efectividad de estas preguntas depende enteramente de cómo se formulan.
Una pregunta mal planteada puede llevar al candidato a dar respuestas teóricas o genéricas, desperdiciando la oportunidad.
Para asegurar que se obtenga evidencia valiosa, es fundamental seguir un conjunto de reglas simples al momento de prepararlas.
Regla 1: Usar Preguntas Abiertas o Comandos Abiertos
La regla principal es que la pregunta debe ser abierta, o al menos, funcionar como una.
Curiosamente, las formulaciones más efectivas no suelen ser preguntas en sentido estricto, sino más bien comandos o invitaciones a contar una historia.
Los formatos clásicos son: "Cuénteme sobre una ocasión en la que...", "Describa una situación en la que..." o "Déme un ejemplo de...".
Aunque técnicamente un candidato podría responder "No" a un comando como "Cuénteme sobre...", en el contexto de una entrevista, hacerlo sería socialmente inapropiado y un "suicidio profesional".
Por lo tanto, los candidatos siempre tratarán estas frases como preguntas abiertas que requieren una respuesta desarrollada.
Regla 2: Enfocarse Estrictamente en el Pasado (o Presente)
Este es el pilar de la entrevista conductual: la pregunta debe obligar al candidato a recordar y relatar una experiencia real pasada o actual.
El mayor error a evitar es formular preguntas neutrales o teóricas, como: "Describe los pasos que tomas al resolver un problema".
Esta formulación invita al candidato a deslizarse hacia la teoría ("Bueno, los pasos que yo tomaría...") en lugar de describir un hecho.
Es mucho más efectivo anclar la pregunta en el pasado: "Cuénteme sobre una decisión difícil que tomó el mes pasado y los pasos específicos que dio para resolverla".
Regla 3: Evitar Liderar al Candidato
La pregunta de apertura debe ser neutral y no debe dar pistas sobre la respuesta "correcta" o el tipo de comportamiento que el entrevistador considera bueno o malo.
El objetivo de la pregunta inicial no es evaluar, sino simplemente conseguir que el candidato hable sobre un tema relevante (ej. manejo de estrés, liderazgo).
La verdadera evaluación vendrá del sondeo que se haga después de que el candidato haya presentado su ejemplo.
Regla 4: Formular una Sola Pregunta a la Vez
Un error muy común es que el proceso de pensamiento del entrevistador se "filtre" en la pregunta.
Esto lleva a formular preguntas múltiples en una sola intervención: "Describa una decisión difícil.
¿Cómo la abordó? ¿Con quién habló? ¿Cuál fue el resultado?". Esto confunde al candidato.
La regla debe ser: una sola pregunta clara y concisa por cada embudo que se quiera abrir.
Aplicación: Ejemplos y Manejo de la Respuesta
Siguiendo estas cuatro reglas se pueden construir las preguntas de apertura clásicas para cada competencia.
Por ejemplo:
"Describa un momento en que enfrentó una situación realmente estresante y cómo la superó".
"Cuénteme sobre una ocasión en la que tuvo que lidiar con un cliente
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