Fomentar el Vocabulario Emocional e Identificar Fortalezas en la Infancia
La aplicación de la psicología positiva desde las primeras etapas de la vida, especialmente en el contexto educativo, puede sentar bases sólidas para el bienestar futuro de los niños y jóvenes.
Dos áreas clave en este sentido son el desarrollo de un rico vocabulario emocional y la capacidad de reconocer e identificar las propias fortalezas y las de los demás.
Desarrollo del Vocabulario Emocional
Enseñar a los niños a poner nombre a sus emociones es un paso fundamental para la inteligencia emocional y el autocontrol.
Desde edades tempranas, como en el jardín de infancia, se pueden utilizar herramientas lúdicas, como juguetes con expresiones faciales intercambiables (ojos, nariz, boca), para que los niños aprendan a identificar y verbalizar diferentes estados emocionales: tristeza, alegría, enfado, etc..
Cuando los niños aprenden a reconocer y nombrar lo que sienten, están mejor equipados para comprender sus propias reacciones y las de los demás, lo que facilita una gestión emocional más saludable y una comunicación más efectiva.
Esta "educación de las emociones" es un componente esencial de la educación positiva.
Identificación Temprana de Fortalezas
Otro aspecto crucial es ayudar a los niños a identificar sus propias fortalezas del carácter desde pequeños.
Transmitir el mensaje de que "todo el mundo hace algo bien" y que "todo el mundo tiene fortalezas" es muy poderoso para construir la autoestima y la confianza.
Un ejemplo práctico en el entorno escolar es pedir a los niños, incluso en primero de primaria, que traigan una foto de ellos mismos realizando una actividad en la que se
vocabulario emocional identificar fortalezas infancia