El Sesgo de Catastrofismo
El catastrofismo es un sesgo cognitivo muy habitual que consiste en la tendencia a esperar o imaginar el peor resultado posible ante una situación, magnificando sus consecuencias negativas y asumiendo que, si algo puede ir mal, no solo irá mal.
Sino que irá de la peor manera imaginable. Este patrón de pensamiento puede generar una angustia considerable y una visión distorsionada de los problemas.
Manifestaciones del Pensamiento Catastrófico
Una persona con tendencia al catastrofismo puede, por ejemplo, interpretar un simple dolor de cabeza como un síntoma de una enfermedad grave, como un tumor cerebral, sin considerar otras explicaciones mucho más probables y menos alarmantes.
De manera similar, un despido laboral podría llevar a una espiral de pensamientos negativos, imaginando un futuro de total fracaso, abandono y miseria ("nunca más voy a poder encontrar un trabajo", "mi mujer me abandonará", "acabaré solo, triste y abandonado debajo de un puente").
Este tipo de pensamientos a menudo comienzan con la frase "¿Y si...?", anticipando escenarios terribles: "¿Y si mi padre se muere mañana?", "¿Y si me llega esa carta de Hacienda?", "¿Y si me echan del trabajo?".
Consecuencias del Catastrofismo
El principal problema de este patrón de pensamiento es que mantiene a la persona en un estado de alerta y activación constante, lo cual puede ser perjudicial para la salud física y mental.
Genera ansiedad, miedo y una sensación de amenaza continua, incluso cuando no hay un peligro real o inminente.
Cuestionamiento del Pensamiento Catastrófico
Para contrarrestar el catastrofismo, es útil adoptar un enfoque más estadístico y basado en la evidencia.
Algunas preguntas que pued
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